Biden va a traer otra forma de hacer las cosas. No hay duda de que el cambio de presidente en los EEUU se traducirá en un nuevo estilo o, más bien, en la recuperación de una forma de hacer política más alejada de la excentricidad y del impulso a golpe de tweet. En definitiva, un estilo más pausado y en busca del consenso lo que traerá mayor confianza. Y la confianza siempre viene bien a la economía.

“Joe Biden va a apostar más por el multilateralismo, es decir, por las reglas multilaterales, que van a ser por tanto mucho más predecibles y eso es bueno para facilitar el comercio internacional y las inversiones”, nos dice Íñigo Fernández de Mesa, presidente del Instituto de Estudios Económicos (IEE). Y ese multilateralismo es justo lo contrario a lo practicado por Trump, que se ha centrado en un bilateralismo basado en reglas arbitrarias generando tensiones e incertidumbres que no favorecen el comercio internacional tan necesario para el crecimiento económico.

Pero la pregunta que nos hacemos es … ¿se pondrá fin a los aranceles, a ese proteccionismo que lastra sectores de la economía española? En este sentido, el experto destaca que hay que diferenciar entre los aranceles impuestos al aluminio y al acero que se importa de la Unión Europea y los aplicados a ciertos productos agroalimentarios como penalización por las ayudas ilegales que se dieron a Airbus en Europa lo que abrió un conflicto con la norteamericana Boeing. En el caso de los primeros, asegura Fernández de Mesa “los primeros son más fáciles de eliminar porque son unos aranceles bilaterales, sin justificación y que contravienen las reglas de la Organización Mundial del Comercio". "EEUU podría tener un gesto de buena voluntad", subraya.

Pero los segundos, que sí cuentan con el beneplácito de la OMC, son más complicados porque tienen que ver con un desacuerdo sobre las políticas de ayudas públicas a sectores estratégicos y para eliminarlos tendría que haber un acuerdo entre la UE y EEUU y eso tardará en llegar” Esos aranceles gravan con un 25% el vino, el queso y el aceite de oliva europeos.

Uno de los sectores más afectados es el de la aceituna de mesa. Juan Camacho, exporta desde Sevilla y además es vicepresidente de Asemesa (Asociación de Exportadores de Aceitunas de Mesa) nos cuenta que desde 2016 “las exportaciones de aceituna negra se han reducido de 32.000 toneladas a tan sólo 10 mil toneladas en 2020". "O sea, que se ha perdido un 70% del volumen de exportación y la representatividad que tenía la marca España en el mercado americano”, dice.

Asegura Juan Camacho que cada día que pasa se pierde cuota de mercado y que confía en el que la llegada de pueda acelerar la resolución de un conflicto que les afecta de manera injusta. En lo que también coinciden los expertos es en que la nueva administración de los EEUU va a recuperar su apuesta por las energías limpias y en ese ámbito España tiene empresas muy potentes y punteras. No hay que olvidar que Norteamérica es el nuestro segundo destino al que más exportamos y en el que más invertimos después de la UE.