La Comisión Europea ya empieza a apretar a los socios para la reactivación de las reglas fiscales para reducir la deuda. En 2024 volverán los límites de déficit y deuda suspendidos desde 2020 por la irrupción de la pandemia. España es el cuarto país más endeudado de la UE superando los 1,5 billones de euros, supone el 113% del PIB. De todas formas, el Gobierno se felicita porque supone siete puntos menos que en 2020, pero aquí tiene mucho que ver el peso de la inflación.

España se aleja del pico máximo. La irrupción de la Covid obligó a un gasto récord y hundió la economía en casi un 11%, pero una deuda de 15 billones de euros son cifras desorbitadas que quedan amortiguadas al compararlas con el PIB. La foto que destaca el Gobierno y que tiene algo de truco. Diego Martínez, profesor en la Universidad Pablo de Olavide, explica que "estamos añadiendo una cierta espuma al ratio". "No es solamente el crecimiento del PIB real lo que ha crecido la economía, sino también el de inflación que hubo el año pasado. Entonces, el denominador está ligeramente ensanchado", concreta.

Así, la inflación ayuda a amortiguar el impacto de la deuda, pero de manera artificial. Los economistas alertan de que España no tiene opciones para afrontar una posible crisis de deuda ni tampoco margen fiscal para ampliar el gasto si fuera necesario. El escenario que plantea el Programa de Estabilidad 2022-2025 prevé un progresivo descenso del déficit a lo largo de los cuatro ejercicios hasta que la ratio deuda/PIB se sitúe en el 109,7 % en 2025.

La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha destacado que "gracias al fuerte crecimiento económico y a una política fiscal responsable hemos mejorado en más de dos puntos porcentuales los objetivos de reducción de deuda para 2022". "A pesar del complejo contexto internacional por la guerra en Ucrania, la economía española está absorbiendo a un ritmo sin precedentes el impacto extraordinario de la pandemia", ha añadido.