La sociedad ha sido conducida hacia un "consumo completamente insostenible" pero la actualidad ha generado un nuevo tipo de ser humano: el "homo circularis", ha asegurado a Efe Luis Lehmann, que acaba de publicar "Cómo hacer clic hacia una nueva economía" (Caligrama, 2021).

Este consultor de economía circular defiende la teoría de que el hombre ha atravesado diferentes etapas de la evolución hasta alcanzar la de "homo economicus" o consumidor masivo, protagonista de una "economía lineal" caracterizada por una extracción masiva de materias primas "guiada por acciones de 'marketing'" que ha permitido un abaratamiento de los productos y, a la postre, su despilfarro.

Para producir y vender barato "hay que pagar un precio" en forma de contaminación del suelo, mares y océanos o de pérdida de biodiversidad que, en todo caso, redunda en el deterioro del planeta.

El sistema vigente, afirma Lehmann, trata de "vender la Naturaleza, sin tener en cuenta las externalidades que se producen y sus consecuencias en el planeta" donde no solo se explota el medioambiente sino también a las propias personas, consideradas como parte del sistema de producción.

El actual panorama de crisis energética, sumada a las crecientes tensiones en la cadena de suministros y la escasez de materias primas ha generado, sin embargo, "un espacio de oportunidad" que llevará a las personas a evolucionar hacia "consumidores inteligentes" u "homo circularis" porque aprovecharán al máximo las ventajas de la economía circular, junto con el uso de energías renovables y un impacto mucho menor en el medioambiente.

Este aumento de la conciencia llevará a la población a "exigir mayor responsabilidad, calidad y durabilidad de sus productos" tanto a las empresas como a los gobiernos, asumiendo un "rol regenerativo" para cambiar los hábitos no solo en la producción sino en el consumo de la misma.

Lehmann reflexiona en su obra sobre las consecuencias, no solo de salud sino también sociales, de la crisis generada por la covid-19, que ha potenciado una mayor desigualdad económica.

Para esta, la economía circular también supone una solución como "portadora de herramientas para el desarrollo económico y generadora de empleo, sin afectar a la variable ambiente", en su opinión.

Esta nueva economía "reducirá la volatilidad y promoverá los productos de cercanía", lo que no solo tendrá beneficios ambientales sino que ayudará al mercado y el empleo locales, además de "disminuir la externalización" y generar nuevas líneas de negocio que antes se descartaban.

De acuerdo con los datos recogidos en su libro, ya son 68 los países que han diseñado y puesto en marcha estrategias nacionales de economía circular.

Para impulsar este nuevo modelo, Lehmann ensalza el papel de las nuevas generaciones y, en especial, la llamada "generación Z" -se entiende como tales a las personas nacidas entre 1996 y 2012- puesto que "vienen con fuerza y con gran intención de cambio" a pesar de ser las que menos capital poseen.

"Precisamente por eso son las que más optan por aplicaciones que impliquen compartir, revender y reutilizar bienes que sean accesibles económicamente", como sucede con proyectos como los de las marcas Wallapop, Uber o Airbnb.