Los precios nos dan un pequeño espiro en el mes de marzo. La inflación se queda en el 3,3% pero con dos matices. El primero es la llamada inflación subyacente, esa que excluye a la energía y a los productos frescos por ser más volátiles. Sigue siendo muy elevada y se sitúa en el 7,5%. El segundo es que en este mes de marzo se ha producido algo que para muchos es un concepto nuevo. Es lo que se llama 'el efecto escalón', es decir, el resultado de comparar los datos con marzo del año pasado cuando el IPC repuntó hasta el 9,8% por el impacto de la guerra en Ucrania. Así al comparar con unos precios tan elevados, es lógico que la velocidad de subida se reduzca hasta el 3,3%, frente al 6 % de febrero en tasa interanual.

Esta moderación en la subida viene por el abaratamiento de electricidad y los carburantes, en máximos hace un año.

Los precios acumulan un incremento del 13%

Pero los precios acumulan un incremento del 13% en los dos últimos años. El dato adelantado de marzo no ofrece detalle de los alimentos, que en febrero se dispararon hasta el 16,7 %. Habrá que esperar por tanto a conocer el dato definitivo que se conocerá el próximo 14 de abril.

En cuando a la inflación subyacente -la que ecluye los alimentos frescos y la energía, lo más volátil y la inflación más persistente-, apenas ha bajado una décima, hasta el 7,5%.

La inflación comenzó a escalar en enero del año pasado, cuando la tasa anual arrancó en el 6,1 %, alcanzando un pico del 10,8 % en julio fundamentalmente por el alza de los precios energéticos, que se ha ido trasladando al resto de componentes especialmente a los alimentos.

Desde noviembre, la tasa anual de inflación se movía en el entorno del 6 %, mientras que la subyacente se ha mantenido alrededor del 7 %.

LA CESTA DE LA COMPRA SIGUE SIN TOCAR TECHO

Febrero dejó la inflación en el 6% con unos alimentos en máximos, en el 16,7% y la cesta de la compra no habría tocado techo todavía. El Banco de España prevé que terminemos el año con los alimentos un 12% más caros que el año anterior.