Los bolsistas temen un mayor y más profundo deterioro de la situación económica según se prolongan las medidas de aislamiento en numerosos países y según se deterioran las perspectivas de la economía.  El vicepresidente el Banco Central Europeo y ex ministro de Economía, Luis de Guindos, estima que cada mes de confinamiento supondrá una caída de dos puntos en el PIB.

Por su parte, el Fondo Monetario Internacional cree que el crecimiento mundial se reducirá tres puntos por cada mes de suspensión de la actividad en los servicios no esenciales. El Fondo Monetario Internacional advierte que el mundo ha entrado en una profunda recesión, pero espera una fuerte recuperación en 2021. Mientras tanto, la OCDE estima que cada mes que se prolongue el confinamiento de la población restará un 2 por ciento al PIB.

La Organización para la Cooperación y del Desarrollo Económico pronostica que la actividad económica de España se reducirá en un tercio. Si las medidas de aislamiento se extienden durante tres meses, el PIB anual se reduciría entre 4 y 6 puntos porcentuales.

Las consecuencias económicas del confinamiento

En este sentido, el consejo asesor económico de Alemania cree que el país se enfrenta a su peor recesión desde 2009. Espera una contracción del PIB del 2,8 por ciento este año. La parte buena, es que pronostica una fuerte reacción en 2021, año en el que espera un crecimiento del 3,7 por ciento. Si el confinamiento no se prolonga, la economía podría normalizarse durante el verano.

En caso de que se extienda la paralización de la actividad, el PIB alemán podría contraerse un 5,4 por ciento este año, para crecer un 4,9 por ciento en 2021. Los analistas de JP Morgan creen que la economía mundial se contraerá un 10,5 por ciento en la primera mitad del año, pero consideran que la Bolsa y los demás mercados financieros podrían haber tocado ya fondo, con las excepciones del petróleo y las divisas de países emergentes.

Dentro de casa, se ha conocido que las ventas por menor han crecido en España en febrero un 1,8 por ciento en tasa interanual, que es algo más de lo que se esperaba. Pero este dato no contempla la caída de la actividad económica que se ha producido en marzo.  Peor comportamiento ha mostrado el índice de confianza inversor de la zona euro. Es el dato adelantado referido a marzo. Ha caído desde menos 6,6 puntos a una lectura de menos 11,6. Se han deteriorado la expectativas tanto en el sector servicios como en el industrial.

Así las cosas, el índice Ibex 35 ha cerrado en 6.659 puntos con baja de un 1,74 por ciento. Han vuelto a tambalearse los bancos. Llueve sobre mojado en un sector muy castigado.  El Banco Central Europeo aconseja a las entidades financieras que  eliminen sus pagos de dividendo al menos hasta octubre. Hace pocos días la Federación Europea Bancaria aconsejaba a las entidades financieras que suspendan temporalmente el pago de dividendos y las recompras de acciones para aumentar su capacidad de concesión de crédito. Otras voces van más allá y esperan que los bancos renuncien al reparto de los dividendos con cargo al pasado ejercicio y al que se encuentra en curso.

Con este panorama, el Banco Santander vuelve a buscar apoyo en los arrabales de los dos euros por título, es decir cotiza a menos de la mitad que en abril del año pasado. BBVA cierra por debajo de tres euros,  cuando hace once meses se pagaba a 5,5 euros. El Sabadell se paga a menos de 50 céntimos, frente a los 1,12 de diciembre del año pasado. Caixabank termina el día a 1,67. Muy lejos de los tres euros a los que cotizaba hace un año.  Por el contrario, ha subido  Telefónica, que mantiene el dividendo con cargo a los resultados del pasado ejercicio. En total repartirá 40 céntimos de euros brutos por acción. Ya pagó 20 céntimos en diciembre, por lo que quedan otros 20 a abonar en junio. Hace poco más de un mes Telefónica anunció que no habría cambios en la retribución al accionista con cargo a los resultados del año en curso.