Comenzamos esta nueva sección de Empleos con Futuro, en la que te hablamos de aquellas salidas profesionales más al alza, en las que es más fácil que encuentres trabajo, sean más novedosas o incluso tengan más perspectiva de futuro. En esta ocasión destacamos el pilotaje de drones. Una profesión que ha sufrido muchos cambios en los últimos años por nuevas legislaciones, cambios, y el amanecer de infinidad de empresas.

Una de ellas es Drones We Love, que opera en Barcelona. En COPE hemos hablado con sus fundadores, Santiago y Esteban, que nos ayudan a aclarar qué pasos podemos dar si nos interesa esta profesión emergente, qué titulación tenemos que tener y cómo abordar nuestra entrada en el mundillo.

¿Cómo podemos formarnos? 

Existen dos formas: a través de una escuela de pilotos que, o bien opera a través de una escuela de aeronáutica civil, que “son los que normalmente certifican a pilotos”, o a través de empresas privadas “dedicadas a impartir clases de formación”, apunta Santiago. Una de estas empresa que imparte esas clases es Hemav, la más puntera en España y que cuenta con una media de 50 trabajadores en plantilla.

¿Qué titulación necesito para trabajar como piloto de drones? 

Las empresas piden un mínimo de formación teórica de pilotaje con drones de 25 kilogramos, así como “una formación práctica con dispositivos de hasta 5 kg. Eso sí, como matizan los dos empresarios, “puedes especializarte a través de licencia en drones más pesados, de vuelo sobre campo de cultivo o de ala fija”.

¿En qué punto está la regulación? 

“En estos momento la regulación es más permisiva porque todo está más controlado” apunta Santiago y, añade Esteban, “la última ley de septiembre de 2018 ha relajado los límites entre las zonas como los aeropuertos donde está prohibido sobrevolar con drones con las zonas contiguas”.

¿Cuáles son las salidas?

La mayoría de trabajos de pilotaje de drones y encargos están dirigidos al mercado audiovisual, concretamente a “eventos, bodas y videoclips”. En el país en el que mayor éxito está teniendo este mercado emergente es Francia y, aunque en España “hay mucha competencia”, sigue siendo muy difícil trabajar por cuenta ajena, por lo que la mejor opción sería hacerlo por cuenta propia.