No todos los españoles pagamos los impuestos. Hablamos de gravámenes como sucesiones, patrimonio, actos jurídicos documentados o el IRPF con sus cargas y deducciones autonómicas. No se puede quejar si usted vive en País Vasco, Madrid y La Rioja: sonría porque paga menos que aragoneses, asturianos y catalanes. Estos últimos son los que mayor presión impositiva sufren.

Según datos del Índice Autonómico de Competitividad Fiscal 2018 (IACF) Cataluña tiene el doble de impuestos de la media. Juan Pina, presidente de la unión de contribuyentes, reprocha a los políticos “la voracidad fiscal”. En esa comunidad “hay 13 impuestos más dos que están paralizados y la verdad es que es una locura” dice a COPE. Las diferencias entre comunidades llegan a ser de dos puntos. Navarra tiene 11 tramos de renta, Aragón es la más cara para sucesiones y en Extremadura se paga más por patrimonio.

Los expertos abogan porque se anulen. Cristina Berechet, autora del informe, dice que “son impuestos que no recaudan mucho, el de patrimonio sólo existe en 3 países y, si se anula, deja más dinero a los contribuyentes y se aumenta el gasto”. Diferencias también en la protección a la familia: País vasco es donde existe la mayor deducción por hijos, o por familia numerosa mientras que en Navarra quienes tienen 3 hijos pagan mucho más que en el resto, incluso con la renta mas baja.

La conclusión del informe es que las comunidades donde hay menor carga tributaria aumenta la prosperidad.