Ha sido una semana muy desfavorable, muy desapacible y de enorme volatilidad en las Bolsas. Los inversores dudan de que la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo sean capaces de contener la desbocada inflación sin provocar una recesión económica y sin perjudicar seriamente los resultados empresariales. Así que se han encendido todas las luces rojas de alarma.

El índice Ibex 35 cierra el viernes en 8.322 puntos con una pérdida del 1,34 por ciento. En el conjunto de la semana la caída supera el 3 por ciento. En lo que va de año la Bolsa acumula una pérdida del 4,5 por ciento. Las acciones de la aerolínea hispano británica IAG han caído hoy un 8,5 por ciento. Los inversores han puesto mala cara ante sus cuentas. La compañía ha perdido 787 millones de euros entre enero y marzo. Ha reducido sus números rojos, que alcanzaron los 1.074 millones hace un año. IAG espera volver a los números negros a partir ya de este segundo trimestre en curso.

Por el contrario, ha subido la central de reservas Amadeus, que ha vuelto a los beneficios en el primer trimestre del año. Ha ganado 95 millones de euros, frente a las pérdidas de 83 millones del mismo periodo del año pasado. El resultado de la compañía ha batido las previsiones de los analistas. Ha destacado hoy la nueva subida de Repsol, que se beneficia por los altos precios del petróleo y los carburantes. Las acciones de la petrolera cotizan en niveles récord y acumulan ya una revalorización del 45 por ciento en lo que va de año. El próximo 7 de julio Repsol pagará un dividendo de 33 céntimos por acción. En enero repartió otros 30 céntimos. La petrolera reducirá su capital en un 4,9 por ciento, mediante la amortización de 75 millones de acciones propias. Ha llamado también la atención la subida de un 9 por ciento de laboratorios Grifols, que se beneficia por el aumento de la demanda de plasma. Han bajado los bancos, Inditex, las eléctricas y también Telefónica, que publicará resultados el próximo jueves.

Hoy se ha conocido que que la producción industrial de España ha crecido un 1,1 por ciento el mes pasado, que es casi tres puntos menos que en el mes anterior. A pesar de que se modera el crecimiento, lleva ya cinco meses con tasas positivas. En Alemania este mismo indicador de la actividad fabril se ha contraído un 3,9 por ciento en el mes de marzo. Un dato mucho peor de lo que se esperaba.

Las cifras que han llegado de Estados Unidos han sido bastante sólidas, lo que ha hecho pensar a los analistas que la Reserva Federal cuenta con un amplio margen para seguir elevando con rapidez sus tipos de interés para luchar contra la inflación. La tasa de paro se mantiene en el 3,6 por ciento. La economía estadounidense creó el mes pasado 428.000 empleos no agrícolas, que son más de los que se esperaban.

En el mercado de divisas el dólar sigue muy fuerte. Cotiza en máximos de los últimos veinte años. El euro se cambia esta tarde por debajo de 1,06 dólares. En las “criptos” el Bitcoin ha caído un 8 por ciento, hasta 36.000 dólares. En el mercado de materias primas el barril de petróleo ha subido hoy un 2 por ciento, supera los 112 dólares. Hace menos de dos semanas se pagaba por debajo de los cien dólares. En el mercado de deuda, el rendimiento de las obligaciones a diez años ha aumentado hasta el 2,24 por ciento, mientras el bono alemán al mismo plazo alcanza ya el 1,13 por ciento y los de Estados Unidos tocan el 3,10 por ciento.