Hoy las Bolsas, por fin, hacen una parada y fonda. El esfuerzo alcista que han realizado los mercados de valores en los últimos días ha sido muy intenso. En lo que va de año, y pese al bache de finales de enero, acumula ya una revalorización del 4 por ciento. El índice Ibex 35 siente cierto mal de altura al acercarse a la cota de los 10.000 puntos que perdió en mayo de 2018. La Bolsa de Nueva York y la de Francfort  cerraron ayer con nuevos récords  históricos.  No extraña por tanto que hoy toque paso atrás. Hoy toca coger aire.

Las Bolsas asiáticas han cerrado hoy con pérdidas, mientras los futuros de Wall Street apuntan hacia una apertura ligeramente bajista esta tarde en la mayor Bolsa del mundo. Dentro de casa el índice Ibex 35 arranca la sesión del jueves con una pérdida del 0,6 por ciento, hasta 9.880 puntos. La CNMV ha suspendido la cotización de Sniace, debido a la compleja situación de su planta de Torrelavega.  Bajan todos los valores grandes, incluidas las acciones bancarias.  Sólo se salvan las eléctricas, en este día de toma de beneficios. Los bancos españoles integrados en el índice cotizan a poco más de 8 veces sus beneficios, lo que convierte  al sector en el más barato de Europa. En los últimos meses y trimestres han sufrido los precios pero no las estimaciones de beneficios.   Algunos analistas técnicos esperan ver al Santander  por encima de seis euros y medio a la vuelta de un par de años. En los últimos días se ha acercado paso a paso a los cuatro euros por acción. Los analistas fundamentales de Renta 4 remachan este clavo y han asegurado recientemente que el banco cántabro presenta una buena oportunidad de entrada a largo plazo.

Hoy los inversores contarán con dos referencias importantes. A saber, las previsiones económicas de las Comisión Europea y los datos de inflación de Alemania y Estados Unidos. Ya se sabe que la inflación se ha contraído seis décimas en Alemania en el mes de enero, con una tasa interanual del 1,7 por ciento.  El gran reto que tienen ahora los inversores y los analistas es predecir cual será el impacto real del virus Covid-19 en las grandes economías.  Los observadores más optimistas creen que  el brote de coronavirus  alcanzará un máximo a comienzos de marzo, para estabilizarse después. Además, esperan que los efectos  económicos de la epidemia sean de corta duración. Los analistas creen que el impacto será fuerte en el primer trimestre, pero luego la actividad se recuperará. Sin embargo, la nueva metodología que emplea China para contabilizar a los infectados por el virus ha disparado el número de contagiados, lo que ha generado dudas en los mercados.

Los analistas de S&P esperan que la crisis del virus chino tenga un impacto de una o dos décimas de punto en el PIB de la zona euro en el conjunto de este año. España perderá apenas un 0,15 por ciento de crecimiento. Algunos expertos creen que el PIB chino puede sufrir un impacto en el primer trimestre de entre uno y dos puntos (hasta dejar el crecimiento en el 5 o el 4 por ciento), pero no creen que la repercusión sea mayor a medio punto en el PIB del conjunto del año.  Los analistas de JP Morgan estiman que esta epidemia restará más de un punto al crecimiento económico de China y tres décimas a la economía mundial.  En general, los analistas esperan que la economía china crezca este año claramente por debajo del 6,1 por ciento con el que cerró 2019 y que ya supuso su peor registro de los últimos 29 años.