Dicen que no hay quinto malo. La Bolsa ha cerrado su quinta semana con ganancias. Se ha consolidado por encima de los 8.300 puntos del índice Ibex 35, lo que es todo un logro teniendo en cuenta que noviembre se saldó con una ganancia histórica del 25 por ciento. Hoy ha cerrado en 8.322 con alza de un 1,5 por ciento. En lo que va de año, la Bolsa todavía pierde un 13 por ciento. Han tirado del mercado Repsol, las empresas acereras, Telefónica y los bancos. El Santander ha subido un 16 por ciento en esta semana y acumula ya una revalorización del 87 por ciento en poco más de un mes y medio. Telefónica ampliará capital en hasta 296 millones de acciones para abonar el segundo tramo del "scrip dividend", su dividendo flexible.

Los inversores han dado por buenos los datos que se han publicado esta tarde en Estados Unidos. La tasa de paro se ha reducido dos décimas en noviembre, hasta el 6,7 por ciento. La economía estadounidense creó el mes pasado 245.000 empleos no agrícolas, una cifra muy inferior a la que esperaban los mercados y su peor registro desde mayo. La Bolsa de Nueva York ha reaccionado con ganancias y nuevos récords históricos a estos datos. A media tarde, el índice Dow Jones de valores industriales superaba los 30.100 puntos. Los inversores interpretan que esas pobres cifras de creación de empleo animarán a la Reserva Federal a tomar más medidas de estímulo económico y al Congreso a pactar un nuevo programa de ayudas fiscales. El que quiere, siempre encuentra la forma de ver lo bueno dentro de lo malo.

No se ha dejado notar el anuncio de la farmacéutica Pfizer en el sentido de que pondrá en el mercado, de momento, la mitad de las dosis de vacuna de las que se esperaban, debido a problemas en la cadena de suministro de las materias primas necesarias para su elaboración. Los mercados quedan ahora pendientes de las negociaciones para el Brexit en la recta final de las conversaciones antes de la “cumbre” europea de finales de la próxima semana. Europa tratará de desatascar el fondo de reconstrucción europeo, el llamado fondo “Next Generation” del que España recibirá en total 140.000 millones de euros.

Los inversores siguen además muy pendientes de mercado petrolero. Los grandes países productores integrados en la OPEP más Rusia acordaron finalmente ayer aumentar sus exportaciones en medio millón de barriles por día a partir de enero. Se temía un incremento de hasta dos millones, así que lo dan por bueno. La cifra se revisará mes a mes a lo largo del año. El precio sube con fuerza, se paga a 46 dólares por cada barril de crudo West Texas de Estados Unidos y a 49 dólares por cada barril de Brent del Mar del Norte, que es el que se utiliza como referencia en Europa.

Hace poco más de un mes apenas alcanzaba los 40. El precio del petróleo descuenta que las vacunas traerán consigo una reactivación de la economía en un plazo razonablemente breve. La mayor parte de los expertos pronostica una media de 49,3 dólares por barril el año próximo. Sin embargo, los analistas de la agencia de calificación de riegos Fitch Ratings se muestran más pesimistas. Consideran que el precio del barril puede caer hasta los 45 dólares, pese al previsible impacto de las vacunas sobre la actividad económica. La demanda, según Fitch, seguirá siendo débil hasta la segunda mitad de 2021.

El Fondo Monetario Internacional estima que la zona euro necesitará nuevas ayudas e incentivos económicos ante la virulencia de la segunda oleada de Covid-19. Hace pocos días el G-20, el club de los países más industrializados del mundo, constataba que la economía mundial está perdiendo impulso, por lo que reclama nuevas medidas de estímulo económico.