Ha sido una semana muy complicada en los mercados financieros y de materias primas. La recrudecida guerra en Ucrania y el enfriamiento de las conversaciones entre Moscú y Kiev han pesado sobre el ánimo de los inversores. La nueva batería de sanciones contra Rusia también genera grandes dosis de incertidumbre. Además, la Reserva Federal Estados Unidos apuesta por medidas más agresivas de política monetaria. Y, a este lato del charco, cada vez más consejeros del Banco Central Europeo creen que conviene tomar medidas urgentes para controlar la desbocada inflación. Algunos expertos creen que el BCE subirá tipos dos veces antes de fin de año, en septiembre y en diciembre. El próximo consejo del BCE se celebrará el jueves venidero.

Paralelamente, los analistas opinan que la Reserva Federal situará el precio del dinero a finales de este año entre el 3 y el 3,25 por ciento. La lucha contra la inflación se ha convertido en el centro de la política monetaria estadounidense. Los mercados esperan que en la próxima reunión del 4 de mayo Estados Unidos suba otro medio punto su tipo de interés. Además, comenzará a reducir rápidamente su balance. Empezará a vender su abultada cartera de bonos para retirar liquidez del sistema.

Pese a todo, los inversores siguen apostando por el mercado de acciones, que se encuentra ya claramente por encima de los niveles que tenían ante de la invasión de Ucrania. El índice Ibex 35 cierra la sesión del viernes en 8.606 puntos, con alza de un 1,64 por ciento. En el conjunto de la semana se ha revalorizado un 1,2 por ciento. La pérdida en el acumulado del año se reduce a poco más del 1 por ciento.
Ha subido con fuerza Telefónica, que ha reafirmado en su junta de accionistas el retorno al pago del dividendo en efectivo. Repartirá en total 0,30 euros brutos por título con cargo a los resultados del pasado ejercicio. Han también los bancos. Las entidades financieras se benefician por la mayor probabilidad de que suban los tipos de interés en el futuro próximo. Caixabank ha celebrado junta de accionistas. El servicio de estudios de la entidad ha rebajado sus previsiones de crecimiento para la economía española en este año hasta el 4,2 por ciento, frente al 5,5 de su previsión anterior. Caixabank espera una tasa de inflación del 6,8. La semana próxima comenzará una nueva temporada de presentación de resultados en Estados Unidos. JP Morgan romperá el hielo el miércoles.

En el mercado petrolero siguen bajando los precios. El barril de crudo del Mar del Norte ha llegado a perforar el listón de los 100 dólares en los últimos días. Muy lejos de los 140 que alcanzó hace un mes. Desde el máximo se ha abaratado cerca de un 30 por ciento. Esta tarde se paga a 101,5 dólares. Europa ha prohibido las importaciones de carbón ruso, pero de momento mantiene las de petróleo y gas. El mercado se ha relajado, al menos pasajera y parcialmente, tras conocerse que los países integrados en la Agencia Internacional de la Energía pondrán en el mercado 60 millones de barriles a lo largo de los próximos meses. Se suman a los 180 millones de barriles que ha liberado Estados Unidos de sus reservas estratégicas.

En el mercado de deuda continúan las tensiones. Bajan los precios y suben los rendimientos. La rentabilidad del bono de EEUU a diez años ha subido hasta el 2,7 por ciento, que es su nivel más elevado de los últimos tres años. Las obligaciones españolas a diez años rinden un 1,69 por ciento y un 0,69 ofrece el “bund” alemán. La deuda europea y la cotización del euro vigilan con atención la primera vuelta de las elecciones en Francia. Las encuestas apuntan hacia un resultado muy igualado entre el actual presidente Emmanuel Macron y la candidata antieuropeista de la extrema derecha, Marine Le Pen. El euro pierde fuelle en el mercado de divisas. Se cambia por debajo de 1,09 dólares.