Los mercados cotizan positivamente ese grito de “tenemos un acuerdo” que lanzó ayer el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. El inquilino de la Casa Blanca se refería a un acuerdo entre demócratas y republicanos para poner en marcha un plan de inversiones de 1,2 billones de dólares en infraestructuras. Es un programa de gasto menor de lo que deseaba el presidente, pero ha sido muy celebrado en los mercados financieros. Y eso que el acuerdo todavía debe pasar el filtro de las Cámaras.

La Bolsa de Nueva York cerró ayer con sus índices S&P 500 y Nasdaq en máximos históricos y con el Dow Jones muy cerca de los suyos. Ayudó también el buen resultado de los grandes bancos de EEUU en los test de estrés que ha realizado la Reserva Federal. Los inversores ignoraron las malas referencias, porque además de luces hay sombras. Preocupa el insistente repunte de la inflación y preocupa el crecimiento de la variante delta del coronavirus, que está ganando terreno en el mundo frente a otras cepas.

En Estados Unidos los analistas más lanzados pronostican una fuerte subida del índice S&P 500 de Wall Street en los próximos años. Algunos creen que tiene un enorme potencial de revalorización de hasta un 400 por ciento en los próximos diez o quince años. No descartan verlo en el futuro a 19.000 puntos, cuando hoy se mueve en 4.260. Quienes así piensan recuerdan que los grandes inversores institucionales tienen enormes posiciones de liquidez en sus carteras. La cifra de dinero disponible alcanza los 3,2 billones de dólares. Por el contrario, los inversores minoristas han reducido sus posiciones de liquidez desde comienzos de año en 75.000 millones, hasta una cifra de 1,5 billones de dólares. Un estudio elaborado por el banco de negocios JP Morgan señala que los inversores estadounidenses nunca han tenido tantas acciones en cartera como en el momento actual. El 41 por ciento de los activos financieros de los hogares del país son acciones. La cadena de máximos históricos que ha alcanzado la Bolsa de Nueva York en los últimos meses y la esperanza de una fuerte recuperación económica justifican estos elevados porcentajes.

Dentro de casa, el índice Ibex 35 sube a la apertura un 0,20 por ciento, hasta 9.090 puntos. A falta del cierre de hoy la Bolsa muestra una ganancia del 0,6 por ciento en esta semana. En el conjunto del año el Ibex acumula una revalorización del 12,5 por ciento.
Según los analistas técnicos, si la Bolsa reupera los 9.300 puntos, puede apuntar a corto plazo hacia la zona de los 9.500. La economía y lo resultados empresariales se recuperan a buen ritmo y eso siempre supone un muy buen carburante para los mercados. La economía española ha sido de las peores durante la pandemia, junto con Reino Unido y Portugal. Así que su recuperación es también más violenta.

Suben ligeramente la aerolínea hispano británica IAG y el gestor de aeropuertos AENA, que, por cierto, volverá a pagar dividendo el año próximo. Ambas empresas pueden beneficiarse por la decisión del Reino Unido de colocar a las islas Baleares en su lista verde de destino. Sin embargo, Canarias y el resto de España continúan en la lista de lugares a los que no pueden acudir los turistas británicos sin realizar una cuarentena a su vuelta.

En años “normales” los ingleses son los que llegan en mayor número a España. Los analistas de Tresis esperan un fuerte rebote fuerte de la economía española a lo largo del año. Creen que crecerá más que la media de los países de su entorno. Consideran, eso sí, que hay que hacer reformas estructurales y señalan que los fondos europeos suponen una alegría, pero no van a resolver todos los problemas de la economía. Es imprescindible reducir el déficit y el endeudamiento, aunque en Tresis son conscientes de que es una tarea muy complicada.
Los expertos de la firma creen que hay que estar invertido en Bolsa, porque los tipos a corto plazo están en cero o en negativo. Hay que asumir riesgos para conseguir resntabilidad. Los beneficios de las empresas están teniendo y van a tener un comportamietno muy positivo, por eso las valoraciones de Bolsa no son tan altas como parece. Apuestan por tecnología, las grandes empresas y las que les dan serivcio. También apuestan por empresas relacionadas con el desarrollo sostenible.