Los compradores se han hecho esperar. La Bolsa ha cerrado en negativo en las últimas cinco sesiones. De hecho, sólo ha cerrado una vez con ganancias en los últimos nueve días. Toda una sangría. Pero por fin el dinero ha comenzado a picotear en el mercado. El índice Ibex 35 ha subido un 0,64 por ciento, hasta 9.572 puntos. Por fin han rebotado los valores más castigados en las últimas jornadas, como Telefónica y los bancos. Bankinter publicará resultados el día 23. Los expertos esperan un descenso en el beneficio neto desde los 123 millones de euros que ganó la entidad en el cuarto trimestre de 2018 hasta poco más de 100 millones en el trimestre final del año pasado.

Entre los valores más pequeños, el espectáculo diario lo dan últimamente las acciones de Deóleo, que siguen realizando grandes movimientos erráticos. Solo en lo que va de semana han perdido un 60 por ciento de su valor. Ha pasado en pocos días de 0,059 euros a 0,021.  Mañana, viernes, la junta de accionistas de la empresa aprobará una “operación acordeón” (reducción del capital a cero y posterior ampliación del capital) y la segregación de su patrimonio a una nueva compañía, con el objetivo de absorber deudas. 

La Bolsa de Nueva York revalida esta tarde los máximos históricos que consiguió ayer. El índice Dow Jones de industriales sube un poco más el listón. Alcanza ya los 29.200 puntos, mientras el Nasdaq de tecnológicas supera los 9.300. Este índice ha subido ya un 4 por ciento en lo poco que va de año. Los inversores estadounidenses prefieren ver la botella medio llena y pasan por alto algunas incertidumbres, como la que se abre ante la siguiente fase de las negociaciones arancelarias. Se esperan conversaciones tensas, prolongadas y complicadas. Pesan más el repunte de las ventas al por menor en EEUU y los planes del presidente Trump para poner en marcha en breve un nuevo plan de estímulo fiscal.

Morgan Stanley ha contribuido a la animación de Wall Street, al publicar un beneficio neto récord de 8.500 millones de dólares en el ejercicio 2019. También ha conseguido una cifra récord de ingresos, con más de 41.000 millones. Ayer publicaron sus cuentas Bank of America y de Goldman Sachs. Ambos han reducido sus beneficios, en especial el último. Por el  contrario, JP Morgan y Citigroup han mejorado sus resultados y han batido  las estimaciones de los analistas.

La economía mundial comienza a ofrecer algunos brotes verdes, algunos síntomas de recuperación de la actividad económica. La excepción es Europa. De momento, las plazas financieras del Viejo Continente, en especial la española, siguen de capa caída y sin levantar cabeza. Ello se debe a la incertidumbre política en España y al temor a que la economía siga necesitando medidas de estímulo durante largo tiempo. Ahí radica la duda de los inversores, que no saben a qué carta quedarse. Si la economía empieza a animarse, la lógica pide apostar por los bancos y por los valores cíclicos que, además, cotizan a buen precio porque han sufrido mucho en los últimos meses. Por el contrario, si la economía sigue débil, la lógica pide apostar por valores defensivos, como las eléctricas y las gasistas.

Hoy se ha publicado un mal indicador de confianza empresarial en España. Además, se ha conocido que la inflación en Alemania se ha reducido al 1,4 por ciento al cierre de 2019. Es su lectura más débil de los últimos tres años. Mañana se conocerá el PIB de China del cuarto trimestre de 2019. Los expertos esperan que se mantenga en el 6 por ciento en tasa anual, aunque el viceprimer ministro chino, Liu He, cree que superará ese nivel. Además asegura que los primeros datos de enero son muy alentadores y añade que los primeros acuerdos con Estados Unidos van más allá del campo puramente comercial, ya que tienen que ver también con la paz mundial y la prosperidad económica mundial.