Parece que por el momento la sangre no va a llegar al río. De todas formas esta afirmación puede parecer un poco tendenciosa si se tiene en cuenta que todo lo relacionado con Brexit en los últimos dos años ha dejado descolocados a periodistas, diplomáticos, políticos y seguramente también a la propia ciudadanía.

Dentro de las dificultades que hay en estos momentos, parece que al menos hay una conclusión clara y tranquilizadora: se aleja el escenario de un Brexit sin acuerdo entre la Unión Europea y el Reino Unido.

El debate se centra en qué prorroga darle a la Primera Ministra Theresa May y con qué condiciones. La Unión Europea quiere evitar que el Reino Unido siga siendo un miembro de pleno derecho y aproveche su capacidad de veto en el club comunitario para forzar y cambiar el acuerdo de divorcio. Si finalmente se aprueba una prórroga larga, la Unión Europea exige garantías al Reino Unido de que va a colaborar y que en ningún caso se va a convertir en un enemigo dentro de las instituciones comunitarias. Además, es evidente, que un extensión de al menos un año, obliga a la Primera Ministra a convocar las elecciones europeas del próximo mes de mayo.

La Primera Ministra se reúne esta mañana con el Presidente francés Emanuel Macron y la Canciller Alemana Angela Merkel. En las últimas horas también ha hablado por teléfono con los Presidentes del Consejo y la Comisión Europea. Los contactos son permanentes y se centran precisamente en analizar de qué manera se puede dar una prórroga que le permita al Reino Unido alcanzar un acuerdo en la Cámara de los Comunes.

Todo está abierto para la cumbre que comienza mañana a las seis de la tarde en la capital comunitaria. La Primera Ministra expondrá cuáles son un intenciones y posteriormente los 27 países restantes debatirán cuál es la mejor opción para evitar una salida sin acuerdo. Como en las cumbres en las que se decide el futuro de Europa todo apunta a que terminará bien entrada la madrugada