Este lunes termina el plazo para presentar la declaración de IRPF y el impuesto de patrimonio de 2018, con lo que se pone fin a la campaña de la renta iniciada el pasado 1 de abril, de acuerdo al calendario publicado por la Agencia Tributaria. La declaración de la renta puede presentarse por internet a través del programa Renta web, mediante la aplicación móvil de la Agencia Tributaria o, si se dispone de cita previa, a través del plan "Le llamamos de atención telefónica" o presencialmente en oficinas.

Desde el inicio de la campaña y hasta el pasado 11 de junio la Agencia Tributaria había devuelto 5.296 millones de euros a 8,15 millones de contribuyentes. En la presentación de la campaña, la Agencia apuntó que esperaba gestionar 20,35 millones de declaraciones, de las que 14,3 millones saldrán a devolver por un importe total de 10.468 millones de euros.

Pero, ¿qué pasa si no presento la Declaración?  Los contribuyentes que sí tengan que presentar la declaración pero no cumplan con su obligación antes de la fecha límite, recibirán una sanción de entre el 5 y el 20% dependiendo del tiempo de retraso y del resultado de la declaración. Si se presenta la declaración en los tres meses posteriores al fin de plazo, la sanción será del 5%. Entre los 3 y 6 meses, será del 10%; de 6 a 12 meses el recargo es del 15% y, a partir de un año, la multa se incrementará hasta el 20%. A todo ello habrá que sumar, además, los intereses de demora.

Si finalmente no la presentas, la reclamación tendrá un recargo extra de entre el 50 y el 150%. Además, hay tres niveles de infracción:

-Infracción leve: si la base de la sanción es igual o menor a 3.000 euros. Conlleva una multa del 50%.

- Infracción grave: si la base de la sanción supera los 3.000 euros y, además, existe ocultación. La multa va del 50 al 100%.

- Infracción muy grave: cuando Hacienda considera que se han utilizado medios fraudulentos. La multa va del 100 al 150%.