Un avión A400M del Ejército del Aire con tripulación doble -cuatro pilotos y cuatro mecánicos supervisores de carga- aterrizó el lunes por la tarde en la base aérea de Torrejón de Ardoz con un millón de test rápidos para detectar el coronavirus procedente de Shanghai. El comandante Manuel Navarro, uno de los pilotos, ha contado a COPE que fueron “38 horas de vuelo y 60 de operación”, y que hicieron escalas “en un campo en mitad de Rusia, en Ekaterimburgo” a la ida, y a la vuelta en Novosibirsk y en Riga.

Regresaron a España con la aeronave con su capacidad máxima de carga. “En este caso hemos traído un volumen de unos 120 metros cúbicos y unas 13 toneladas que es lo máximo que podíamos trasladar; el avión iba al completo porque limitaba más el volumen que el peso de la carga”, indica el piloto. Asegura que trajeron de Shanghai “el máximo que podíamos para cumplir con la orden” recibida. “Intentamos ceñirnos a cumplir las necesidades que se nos dieron en un principio; la necesidad era que trajésemos esa carga y el planeamiento que hicimos fue para traer esa carga”, señala el militar. Y explica que “en total un A400M puede transportar cerca de 40 toneladas, y unos 300 metros cúbicos, pero para hacer un trayecto corto”. Sin embargo, “para hacer distancias tan largas como la que hemos hecho ahora podemos trasladar unas 15 toneladas porque toda la carga no pesa lo mismo, no tiene el mismo volumen”.

El comandante Navarro dice que él y sus compañeros son “plenamente conscientes de cuál es la situación", y se sienten “muy orgullosos y muy contentos de participar y poder ayudar, y prestar un servicio a la sociedad española”. “Todo el mundo es consciente de la importancia de su labor y de que trabajamos para que todo vuelva a la normalidad lo antes posible; sabemos que estos son nuestros cometidos, tenemos claro cuál es el sentido de nuestra misión, y todo el mundo empuja en el mismo sentido siempre, aunque las condiciones sean difíciles, aunque los períodos de actividad sean prolongados”, afirma el piloto del Ejército del Aire.

El vuelo a Shanghai ha sido el más largo que ha realizado en un A400M. Cree que es “el mejor avión para esta misión, un avión que en cuanto a rango de alcance y capacidad de carga es el más adecuado ahora mismo, capaz de volar muy lejos a alta velocidad y transportar cantidades de carga bastante considerables”. Confirma que está “listo para realizar los vuelos que se necesiten y -además- con ganas de volver a salir”.