Javier Herrero.

Incrédula aún, Rozalén se ha convertido este jueves a sus 35 años en la artista más joven que recibe el Premio Nacional de Músicas Actuales, entre otras razones, según el jurado, "por su sensibilidad y compromiso con el feminismo".

"No concibo que si crees en un mundo justo no te declares feminista", ha dicho a Efe tras conocer el fallo por boca del propio ministro de Cultura, Miquel Iceta, quien ha sorprendido a la intérprete y compositora manchega "en carretera y casi sin cobertura, para variar".

Autora de temas como "La puerta violeta", en el que ponía el acento sobre la violencia de género, María de los Ángeles Rozalén (Albacete, 1986) "nunca" pensó que ese posicionamiento le pudiera "generar una cosa u otra".

"Yo cuento lo que siento y vivo. Desde el primer disco ya tenía un tema dedicado a las amigas que las mujeres hicieron suyo. Yo soy feminista desde que sé lo que significa, aunque muchos jueguen con los conceptos", ratifica quien fuera alumna interna de Psicología del Género.

El jurado ha destacado asimismo su compromiso con la accesibilidad y la inclusión social, algo importante también para Rozalén, que desde hace años colabora codo con codo en sus espectáculos con la intérprete de la lengua de signos Beatriz Romero, casi "una hermana" con la que estableció "un feeling" muy especial.

"Aún quedan muchos pasos para conseguir que los conciertos sean cien por cien inclusivos, pero a la gente oyente ya la pone a pensar. Si normalizas que haya un intérprete, algo le dice a tu ombligo que no es el único en el mundo", destaca.

De ella también se ha dicho en el fallo que "reactualiza la tradición de la canción de autor ampliando su estética y registros musicales hacia el pop rock". Es, de hecho, una de las responsables del actual auge del folk en las listas de ventas, aunque de joven renegara de tocar la bandurria.

"Renegué en la adolescencia, pero es que no llama la atención como una guitarra eléctrica", reconoce entre risas esta música que se mueve como pez en el agua entre jotas, manchegas y seguiriyas y que está "encantada" con "que cada vez más artistas recuperen la música tradicional y las canciones de nuestros abuelos".

"En mi caso, yo nunca me he quitado el traje de serrana", insiste está número 1 en ventas.

Concentrada en seguir paseando su último disco de estudio, "El árbol y el bosque" (2020), ahora le da vueltas al destino que podría darle a los 30.000 euros del galardón. "Lo justo sería reinvertirlo en cultura", apunta, antes de comentar que podría servir para poner en marcha una fundación que abunde en la misma línea que su festival contra la despoblación del mundo rural.

Con la concesión del premio, supera a Eva Amaral, hasta ahora la artista más joven en recibirlo. "No sé si tomármelo como que soy viejoven", bromea, para acto seguido constatar la ilusión de recibir una distinción que recayó previamente en mucha gente a la que admira, además con un resultado paritario (siete mujeres y siete hombres).

Desde la primera edición, en la que el ganador fue Joan Manuel Serrat, la han precedido Amaral (2010), Santiago Auserón (2011), Kiko Veneno (2012), Luz Casal (2013), Carmen París (2014), Jorge Pardo (2015), Martirio (2016), Javier Ruibal (2017), Christina Rosenvinge (2018), La Mala Rodríguez (2019) y Chano Domínguez (2020).

Miguel Ríos, Víctor Manuel... Se le ocurren muchos nombres que podrían recibirlo el próximo año si de ella dependiera. "Se lo daría a Silvia Pérez Cruz, que se lo merece, o a Rodrigo Cuevas, alguien que tenga que ver con la raíz", apostilla.