Ohad Naharin lanza su mensaje humanista con música gregoriana, rap y rock

Música gregoriana, rap y rock marcan el ritmo en "Venezuela", la última coreografía del prestigioso Ohad Naharin para la Batsheva Dance Company, que compartirá su mensaje humanista con el público del Mercat de les Flors de Barcelona del 21 al 24 de febrero, en cuatro funciones con las entradas agotadas.

La Batsheva Dance Company, con sede en Israel, es considerada una de las principales compañías de danza del mundo y ha estado bajo la dirección artística de Naharin desde 1990 hasta el año pasado.

Naharin dejó la dirección en 2018, pero continúa como coreógrafo residente, porque "lo que le interesa es crear y en su nueva posición puede seguir haciéndolo, libre de obligaciones alejadas de la creación en sí misma", según ha dicho hoy el director de ensayos de Batsheva, Luc Jacobs.

Dieciocho bailarines participan en "Venezuela", una pieza dividida en dos partes con la misma coreografía cada una, pero diferentes músicas, bailarines e iluminación.

En la primera parte participan ocho bailarines que interpretan la coreografía a ritmo de música gregoriana, mientras que los ocho que participan de la segunda parte ejecutan los mismos movimientos con música de diferentes géneros, entre ellos rock y rap.

"Aunque las dos partes tengan la misma coreografía, las personas que la interpretan son diferentes y eso cambia mucho el resultado", ha asegurado Jacobs, que relaciona esta opción artística con "el interés de Naharin por la composición y la relación entre cuerpos, espacios e iluminación".

"Naharin hace magia, es una alquimia con todos los elementos a su disposición, en la que utiliza unos puntos de referencia para ir más allá y tener un encuentro con el público en el que compartir humanidad", ha señalado.

"Venezuela" juega con conceptos contrarios como "exageración e infravaloración" o "compresión y descompresión", que se aprecia en escenas "que alternan momentos de mucho espacio con otros de exceso de información".

El nombre de la coreografía no está relacionado directamente con el país sudamericano, sino que tiene que ver con el sonido 've' con el que empieza la palabra y que en hebreo significa "y", una conjunción que encaja con la intención del autor de mostrar lo mismo dos veces.

Jacobs ha añadido que Naharin "da nombre a los espectáculos como la gente da nombre a sus hijos o a sus animales domésticos, guiado por razones variadas o sencillamente por cómo suena".

"Él no escribe un relato con palabras ni intenta lanzar un mensaje o una idea, sino que crea una narrativa con el movimiento que empieza y no tiene por qué finalizar", ha aclarado Jacobs, en un intento de explicar en qué consiste el lenguaje del movimiento llamado Gaga y creado por Naharin, un autor que "busca hacer cosquillas en la imaginación del público".