El Centro Dramático Nacional (DCN) estrena el próximo viernes en el Teatro María Guerrero "La cabeza del dragón", un cuento de hadas para adultos "muy loco", con un impulso "punky", explica su directora Lucía Miranda, que califica el subtexto y la puesta en escena como "wagneriana".

Esta pieza teatral es una farsa "wagneriana, cinematográfica y anacrónica", ha explicado este martes en rueda de prensa la directora de escena Lucía Miranda que detalla que es "un cuento de hadas poblado del sarcasmo de Valle-Inclán".

"La cabeza del dragón", escrito por Valle-Inclán para el Teatro de los Niños fundado por Calderón de la Barca, no es una pieza específicamente infantil, en ella se mezclan elementos fantásticos con sus castillos, príncipes, bosques y aventuras propias de las historias infantiles.

Pero también tiene otra lectura más adulta en la que se ve "la ironía, la caricatura y la denuncia de los males propios de los tiempos del autor válidos para cualquier momento de nuestra historia", señala.

Para esta ocasión, el María Guerrero se ha convertido en un tablao de marionetas gigante, "donde un elenco menor de 30 años nos va a sumergir en esta historia anacrónica que habla de la lucha de la juventud ante el designio heredado", explica Miranda.

"No va a haber títeres sobre el escenario", matiza la directora que aclara que sí que hay un trabajo con objetos y una propuesta escénica inmersiva que "inunda el patio de butacas".

"Se estrenó en 1909 y sigue teniendo una grandísima fuerza", añade el director del CDN, Alfredo Sanzol, que recuerda que esta pieza, que estará en cartel hasta el 13 de noviembre, pone sobre la mesa un asunto esencial: "la lucha entre las nuevas generaciones y la imposición de las normas impuestas, de la autoridad".

El texto de Valle-Inclán remite a un pasado medieval y fantástico donde las princesas son rescatadas por príncipes de fieros dragones. Su estructura de cuento es una fachada, en realidad "está plagada de referencias al contexto político y social de la época del autor", añade Miranda que se muestra "feliz" de enfrentar de nuevo a Valle-Inclán, "aunque no ha sido fácil encontrar el diálogo entre él y yo".

La autora se ha mostrado fiel al texto, ha mantenido las acotaciones de Valle-Inclán que contarán con la voz de José Sacristán, "la voz de la experiencia", puntualiza la directora.

Es una obra muy libre, un espectáculo musical y muy visual en el que el grupo actoral está formado por Francesc Aparicio, Ares B. Fernández, Carmen Escudero, María Galvez, Carlos González, Marina Moltó, Juan Paños, Chelís Quinzá, Marta Ruiz, Víctor Sáinz Ramírez y Clara Sans.

En esta obra se ha recogido al Valle-Inclán de las verbenas, de las cabareteras, de los bufones, "hay una reivindicación de la alegría, de la fiesta", concluye Miranda que desea convertir el María Guerrero en un teatro de títeres, de juego, con la idea de que el publico sea capaz de encontrarse con los niños que fueron.