LITERATURA ITALIANA
El escritor italiano Bajani presenta una autobiografía a través de sus casas
El escritor italiano Andrea Bajani recorre las casas en las que ha vivido para dar forma a su autobiografía, "El libro de las casas". "La escritura, al igual que la lectura -ha dicho-, son sanadoras, pero la literatura autobiográfica no".
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El escritor italiano Andrea Bajani recorre las casas en las que ha vivido para dar forma a su autobiografía, "El libro de las casas". "La escritura, al igual que la lectura -ha dicho-, son sanadoras, pero la literatura autobiográfica no".
En la presentación de la novela este miércoles en Barcelona, Bajani ha dicho que el texto "nació de una pasión por una mezcla de voyeurismo y la melancolía", de mirar por la ventana, ver a la gente en sus casas; y el desencadenante se produjo cuando se miró a sí mismo en la casa en la que vivía cuando tenía 3 años, o en la de su primer matrimonio en Turín o en la que estaba con su familia.
Las casualidades quisieron, comenta, que en Roma trabajaba en la American Academy, a apenas 300 metros de la casa donde vivió cuando tenía 3 años: "Tuve el deseo de ver aquella casa, pero cuando la visité me di cuenta que había un deseo imposible, ver a aquel niño de 3 años en la casa".
"El libro de las casas" (Anagrama en castellano y Periscopi en catalán) sirvió al autor para "hacer las paces conmigo mismo y para aceptar a todas las personas que había sido en el pasado, para hacer las paces con Roma y darme cuenta de que todo lo que sucede está condicionado por lo que pasa a mi alrededor, como que el coche con el cuerpo de Aldo Moro tras su secuestro pasó por la misma calle donde vivía o que el asesinato de Pasolini sucedió a poca distancia".
El protagonista de la novela se llama Yo, aunque está escrita en tercera persona, y "las casas son un símbolo, en el que se juntan el dinero, el urbanismo que decide qué clase social va a vivir en una determinada zona, la ingeniería, la visión de un arquitecto, pero también la dulzura de una madre con su hijo en brazos, ese niño que tiene miedo nocturno, el adolescente que desea ser mayor o el hombre que coge la maleta y abandona la casa".
A través de las casas el protagonista va reconstruyendo en una sucesión de fragmentos la compleja relación con su violento padre, la presencia de la madre atemorizada, la tortuga que vive en el patio, la emigración de la familia al norte, las estancias en ciudades extranjeras, el matrimonio, el ascenso social, la relación con una amante, el espacio íntimo en el que escribe.
De fondo, dos acontecimientos históricos, dos hechos sangrientos, proporcionan el contexto: el secuestro y asesinato de El Prisionero y el asesinato de El Poeta, que no son otros que Aldo Moro y Pier Paolo Pasolini, que definen la historia de Italia en los últimos 50 años.
La novela se proyecta asimismo hacia el futuro, 2048, porque a partir de la frase de Peter Handke "La literatura es una máquina para recordar y formular", Bajani piensa que "también sirve para recordar el futuro que todavía no ha sucedido"
Admite abiertamente Bajani que es una novela autobiográfica, pero niega que haya sido terapéutica, pues ese proceso de curación ya lo había experimentado con un libro anterior, no publicado en España.
Escribir autobiográficamente no es extraño en una época en la que todo el mundo vuelca su yo en Instagram, y Bajani recuerda que "esa literatura del yo es plenamente actual con nombres como Carrère, Ernaux, Knausgard, Cercas o Vila-Matas". EFE.
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