Un ingeniero aeroespacial explica si las estelas del aire de los aviones son tóxicas como asegura Marcos Llorente: "Solo hay una excepción"

El ingeniero Sergio Hidalgo da respuesta a las reclamaciones de un grupo de personas, entre ellas el futbolista Marcos Llorente, que hablan de la teoría de los 'chemtrails', basada en que la estela que dejan los aviones es para intoxicar a la población

Marcos Llorente

Marcos Llorente

Luis Calabor

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Las palabras de Marcos Llorente, jugador del Atlético de Madrid, en El Partidazo de COPE con Juanma Castaño, siguen dando que hablar. “No digo que no estén echando mierda, pero yo antes no veía esos cielos. No los he visto así en mi vida”, aseguró al ser preguntado por las estelas que dejan los aviones en el cielo. El futbolista, conocido también por sus publicaciones polémicas en redes, ha insinuado en varias ocasiones que esas líneas blancas son “fumigaciones” utilizadas para modificar el clima o afectar a la población. 

Sobre ello, el ingeniero aeroespacial Sergio Hidalgo explica, con base científica, qué son realmente esas marcas que muchos asocian con las llamadas chemtrails. Y su conclusión es clara: no son tóxicas ni contienen productos químicos, aunque admite que “hay una excepción muy puntual”. 

Qué son las estelas de los aviones 

En un vídeo publicado en su canal, Hidalgo asegura que las estelas que dejan los aviones comerciales son simplemente vapor de agua condensado. “Los motores de los aviones utilizan queroseno. Cuando este se quema, produce dióxido de carbono y agua, igual que cualquier reacción de combustión”, explica.

Ese vapor, al entrar en contacto con el aire extremadamente frío de la atmósfera —unos 50 o 60 grados bajo cero a 10 kilómetros de altura—, se congela y forma pequeñas gotas de hielo visibles como líneas blancas en el cielo. “Es lo mismo que el vaho que sale de tu boca en invierno”, señala.

Hay personas que se han cuestionado qué pasa con la estela de los aviones

Hay personas que se han cuestionado qué pasa con la estela de los aviones

Según el ingeniero, las estelas pueden durar más o menos tiempo dependiendo de la humedad y la temperatura del aire. “Si el ambiente está más húmedo, la condensación permanece durante minutos o incluso horas. Si el aire es seco, desaparece en segundos”, indica. Por eso, en algunos días el cielo puede llenarse de líneas paralelas mientras en otros apenas se ven. 

Una de las frases más repetidas por quienes creen en la teoría de las “fumigaciones” es que “antes no se veían tantos aviones dejando rastro”. Hidalgo confirma que eso es cierto, pero tiene una explicación lógica: el tráfico aéreo se ha multiplicado.

“En 1970 volaron unos 300 millones de personas. En 2019, más de 4.500 millones. Por cada avión que cruzaba el cielo hace 50 años, hoy vuelan quince”, apunta. Y eso, inevitablemente, implica más estelas de condensación.

LAS "POCAS EXCEPCIONES" QUE SUCEDEN AL RESPECTO

Además, recuerda que no todos los aviones dejan el mismo tipo de traza, ya que cada uno vuela a alturas diferentes y atraviesa capas atmosféricas con distintas condiciones de humedad. “Puede parecer que dos aviones van en paralelo, pero uno puede estar dos kilómetros más arriba que el otro”, explica. 

Sergio Hidalgo también dedica parte de su análisis a hablar de los experimentos reales de manipulación del clima, que suelen confundirse con las estelas de los aviones. “El cloud seeding o siembra de nubes existe desde 1948 y consiste en liberar micropartículas, como yoduro de plata, para provocar lluvia”, explica.

Estas operaciones se han utilizado en países como Estados Unidos, China o Tailandia, e incluso hubo un experimento en España en 1979, en la zona de Valladolid. “Pero son casos muy concretos, con aviones especializados, que vuelan mucho más bajo y nunca expulsan esos compuestos desde los motores”, subraya.

Es lo mismo que el vaho que sale de tu boca en invierno, es vapor y aire. Ahora se ve más porque vuelan más aviones”

Sergio Hidalgo

Ingeniero aeroespacial

También aclara que solo existe una excepción en la que un avión comercial puede liberar sustancias: cuando necesita vaciar combustible por una emergencia. “Eso se llama fuel dumping y ocurre solo para reducir peso antes de aterrizar. No es algo habitual ni peligroso, pero sí es cierto que se libera queroseno al aire”, afirma. 

El ingeniero insiste en que no hay ningún misterio ni conspiración detrás de las estelas que observamos en el cielo: “Es pura física”. Según explica, para que los aviones comerciales liberaran productos químicos de forma masiva tendría que haber miles de personas implicadas en el diseño, mantenimiento y operación de los motores, algo imposible de ocultar.

La estela de los aviones no debería de preocupar a nadie

La estela de los aviones no debería de preocupar a nadie

“Si alguien quiere seguir creyendo en los chemtrails, que al menos sepa que para hacerlo realidad deberían participar cientos de miles de trabajadores de la industria aeronáutica”, ironiza.

Para Hidalgo, el verdadero problema no está en las estelas, sino en la desinformación: “No es malo que la gente se haga preguntas. Lo preocupante es que, incluso cuando se les explica la ciencia detrás de esto, prefieran creer lo que les resulta más fácil o conspiranoico”.

Con esta aclaración, el ingeniero zanja un debate que vuelve a resurgir cada cierto tiempo, y que ha vuelto a ocupar titulares tras las palabras de Llorente. Su mensaje final es sencillo: las estelas de los aviones no nos están fumigando, solo nos están recordando que el cielo, a veces, también guarda secretos de vapor.

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