A veces una imagen esconde mucho más de lo que parece. Eso es lo que debieron pensar los compañeros de la universidad de una joven madrileña cuando esta, no sólo les enseñó unas fotografías de unos grafitis que se presentarían en el Festival CALLE de Lavapiés, sino también cuando confesó quiénes eran los autores de las obras.

Una historia que ha contado este lunes el director de La Linterna, Ángel Expósito, y que comenzaba con el refrán “nunca es tarde si la dicha es buena”. Y es que, un año más, los locales y comercios del barrio de la capital se han convertido en el epicentro del arte urbano en España. Esta edición del Festival CALLE ha vuelto a contar con sus participantes más longevas, las Abuelas Grafiteras.

Quiénes son las autoras de los grafitis

Con el spray en mano, estas 'abuelas' han tomado las calles de este barrio. Tienen entre los 70 y los 93 años, y todas tienen una cosa en común: Sus vidas se han cruzado en el Centro de Mayores de Antón Martín. Ahí comenzaron a participar en las actividades que les proponían, hasta que en el 2020 surgió la posibilidad de pintar. Pero no era el típico taller de acuarelas, sino con Grafitis.

El nombre de Abuelas Grafiteras lo adoptaron el primer año que concursaron, y es que así firmaron su primer mural pintado con spray. Una de las más mayores del grupo es Conchita. A sus 93 años tiene muy claro que quiere seguir haciendo estas actividades, está emocionada y para ella la vejez no es un problema, como ha contado en La Linterna.

Dos entornos que parecían tan opuestos, la edad y el mundo de los grafitis, conviven y están muy presente en Lavapiés. Otra de las participantes de este 'selecto' club es Pilar que, A sus 81 años, cuenta en COPE que se siente joven. Fue una las primeras en formar parte de este Centro de Mayores de Antón Martín y, para ella, compartir con sus amigas esta actividad le devuelve “las ganas de vivir”. Eso sí, para realizar sus obras, los monitores les dan libertad absoluta. Pueden reproducir caras, casas o animales. Sólo reciben unas pequeñas pautas antes de ponerse frente al muro.

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Un club de fans en la universidad

Este tipo de experiencias hace que compartan grandes momentos. No solo hacen grafitis, también disfrutan con los bailes, los bordados 3D e, incluso, mantienen conversaciones en otros idiomas como inglés o japonés. Pasan tanto tiempo juntas que ya se consideran grandes amigas, como cuenta en La Linterna Guadalupe, otra de las abuelas grafiteras.

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Aprovechan todos los ratos libres para hacer lo que antes, por trabajo, no podían. Ahora, entre los nietos y los talleres en el Centro de Mayores apenas tienen tiempo para otras ocupaciones, aunque admiten todo tipo de encargos. De hecho, son tan populares que ya cuentan con un club de fans, tal y como lo cuenta Pilar a Expósito: “Mi nieta tiene un club de fans de su abuela, y todas las fotos se las enseña a las compañeras de la universidad”

“Mientras el reloj de la vida sigue su marcha, estas 'Abuelas Grafiteras', un grupo de mayores del Centro de Antón Martín que han vuelto a coger sus esprays para realizar un nuevo grafiti en un mural del barrio de Lavapiés, nos recuerdan que la verdadera lucha contra el tiempo se libra en las mentes de cada uno”, concluía emocionado el director de La Linterna.