El “Reglamento de desarrollo de los estatutos federales” establece el funcionamiento de los órganos del partido, los controles, la participación, las consultas a la militancia o las Gestoras. 152 páginas, 588 artículos, de derechos y obligaciones. Éstas son algunas claves:

1. Consultas “vinculantes”. Las consultas son consideradas un instrumento fundamental de participación de los afiliados directos y militantes como desarrollo de la democracia interna. El carácter de la consulta a las bases quedará determinada siempre previa autorización por la Comisión Ejecutiva Federal” y la última palabra sobre la misma termina siempre en la cúpula del PSOE. La opinión de la militancia será requerida para los asuntos de trascendencia especial que “afecten a su ámbito territorial de actuación”. Como muestra de consulta “obligatoria”, los acuerdos de Gobierno en los que sea parte el PSOE o el sentido del voto en sesiones de investidura ajenas, es decir, que supongan facilitar el gobierno a otro partido político. Ninguna consulta, por cierto, exige un mínimo de participación.
2. Candidaturas. El candidato a la Presidencia del Gobierno es elegido en primarias abiertas a la ciudadanía. Los aspirantes de las autonomías o los de los ayuntamientos de más de 50.000 habitantes también son elegidos en primarias sólo para afiliados o abiertas a simpatizantes, según plantee cada dirección regional. Allí donde el presidente de la autonomía sea socialista, “por regla general”, no se celebran primarias, salvo que lo acuerde el Comité respectivo o un determinado porcentaje de la militancia (30% a nivel federal y 40% a nivel autonómico). En el caso de un alcalde socialista, deberá someterse al escrutinio de las bases si lo solicita el 50%. Las nuevas reglas fijan un sistema de doble vuelta en primarias, siempre que haya más de dos aspirantes. Los candidatos con cargo orgánico deberán dejarlo en suspenso, para que la disputa sea igualada. Los miembros del resto de la lista serán propuestos por los militantes, no por los simpatizantes, como se aprobó en el 39 Congreso. La última palabra la tiene siempre la Comisión Federal de Listas.
3. Permanencia del líder. Los secretarios generales podrán ostentar el cargo durante tres mandatos completos consecutivos. Eso, como norma general, pues en ningún caso se aplicará a los dirigentes que encabecen gobiernos. En el caso de Pedro Sánchez, su primera etapa al frente de las siglas no contaría puesto que irrumpió una Gestora en su camino. Su mandato sólo lo puede interrumpir el voto de la militancia.
4. Gestoras. El planteamiento, defendido ya por Pedro Sánchez durante la carrera de las primarias, pasa por limitar la labor de las comisiones gestoras, iniciando la actividad con la autorización de la Comisión Ejecutiva Federal, y circunscribe sus funciones al proceso que desemboque a la elección del nuevo/a Secretario/a General y una nueva Comisión Ejecutiva en el plazo de 90 días. Con el recuerdo grabado a fuego del 1 de octubre, el Reglamento advierte de que “únicamente dará lugar a la constitución de una comisión gestora cuando dimita la persona titular de la Secretaría General”.
5. Código ético. Ya en las primarias a la Secretaría General, Patxi López presentó un decálogo de conducta en las redes sociales en el que recordaba a los militantes que todos formaban parte del mismo partido, les pedía que pensasen antes de publicar, que diesen la cara y confrontaran propuestas y escuchasen. Inspirado en aquel paso, Ferraz regula el comportamiento del militante en un código de obligado cumplimiento e impone actuar “de manera positiva, en base a principios de veracidad, respeto mutuo, participación constructiva y máxima concordia”. La vulneración de los preceptos prevé sanciones que van desde la suspensión de afiliación y/o inhabilitación para el desempeño de cargo público u orgánico a la expulsión del partido.

Ferraz ha lanzado el hastag #elPSOEdelamilitancia coincidiendo con la presentación de su nuevo reglamento.