El primer ministro de Turquía, Binali Yildirim, cree que el presidente de Siria, Bachar al Asad, no puede permanecer en el país "ni a medio, ni a largo plazo", aunque debe sentarse a negociar en este momento para buscar una solución al conflicto.

En un encuentro con periodistas en Madrid, donde realiza una visita oficial, el primer ministro turco ha dicho que en Siria "nuestra prioridad es lograr un alto el fuego" y, para ello, "estamos haciendo la mayor contribución y pagando el mayor coste", si se compara con otros países como Rusia o Estados Unidos.

"El primer responsable de la situación en Siria es Al Asad. Más de cinco millones de sirios viven en nuestro territorio, un millón de personas ha sido asesinadas por su propio ejército, después de esto, el régimen de Bachar al Asad no tiene voz, ni voto, ni palabra, en el futuro de Siria", ha subrayado.

Pero "para continuar con el proceso de paz, (Al Asad) tiene que sentarse en la mesa, aunque no nos guste, porque sigue siendo una pieza en el proceso", ha dicho.

Yildirim ha reiterado que el presidente sirio "ha causado mucho daño, mucho dolor y a medio plazo no puede estar y tiene que asumir sus responsabilidades".

Además para que la paz sea duradera y definitiva, "todos los países tienen que contribuir y dejar de actuar siguiendo intereses individuales. Hay avances, solo hay que hacer un mayor esfuerzo", ha manifestado.

El primer ministro turco ha defendido las operaciones militares que Turquía realiza en Siria "limpiando amplias zonas de terroristas y reubicando a los refugiados", por las que, según ha explicado, "sólo recibimos críticas en vez de recibir agradecimientos", especialmente entre los miembros de la Unión Europea (UE).

Ha agregado que su país está permitiendo que Europa mantenga su situación de seguridad, gracias a las operaciones que Ankara realiza en las zonas fronterizas.

Yildirim, en un encuentro previo, ha asegurado que su Gobierno ha logrado detener a más de 60.000 combatientes extranjeros, de Europa y otros continentes, que trataban de unirse a las filas de organizaciones terroristas en Irak y Siria.

Turquía cree que el futuro de Siria pasa por lograr un proceso de reconciliación respetando la integridad del país, donde "puedan convivir todas las minorías: árabes, kurdos, turcomanos.....".

También ha criticado la política de Estados Unidos en el conflicto porque, según ha dicho, "está apoyando a grupos terroristas y no se puede combatir a un grupo terrorista usando a otro", en referencia a la ayuda que Washington presta a opositores a Al Asad que Ankara considera yihadistas.