Con el inolvidable grito “¡No tengáis miedo!”, que nos trae a la memoria la gran figura del Beato Juan Pablo II, el Papa Francisco se ha dirigido este domingo al pueblo de Ruanda, en el aniversario del dramático genocidio contra los tutsis, de cuyo inicio hoy se cumplen precisamente veinte años.El Papa ha expresado su cercanía al pueblo ruandés y le ha animado a continuar con determinación y esperanza el proceso de reconciliación emprendido; un proceso que ya ha manifestado de forma clara sus frutos.Es necesario volver la vista atrás. Sin rencor, porque el pueblo ruandés ha sufrido, y sigue sufriendo hoy aún las devastadoras consecuencias de una guerra fratricida. La historia nos enseña mucho.  Hay que atenderla, no para utilizar la memoria de manera sectaria, sino para poner verdad en el camino recorrido y que los ruandeses puedan afrontar juntos el futuro.Como les ha dicho Francisco, no tienen que tener miedo. La mejor tarea en la que pueden empeñarse es en la reconciliación humana y espiritual del país. Reconstruir una sociedad, a todos los niveles, sobre la base del Evangelio es garantía de una paz duradera.