La multinacional portuguesa Altri, a través de Greenfiber, ha comenzado a explicar a los vecinos de diferentes municipios de la comarca de A Ulloa cómo les afectará el desarrollo de la fábrica de fibras textiles a base de celulosa -llamado Gama- que proyecta en Palas de Rei precisamente en ese ayuntamiento. En esa primera charla hubo cierta tensión, dado que miembros de la plataforma Ulloa Viva acudieron a la reunión para expresar su oposición a este proyecto industrial.

En la reunión, que se desarrolló en la Casa da Cultura de Palas de Rei, abarrotada por decenas de personas, los representantes de la empresa promotora de la fábrica explicaron su proyecto y atendieron a las múltiples dudas planteadas por los asistentes, entre los que había vecinos de la localidad, empresarios, ganaderos y agricultores interesados en conocer los pormenores de esta iniciativa o preocupados por sus repercusiones económicas o medioambientales.

Durante la reunión, algunos de los asistentes exhibieron pancartas en contra de la implantación de esa fábrica, con mensajes como “Basta xa de mentiras e xogo sucio”, “¿Megacelulosa ecológica?”, “¿Altri revalorizará a Ulloa e o Ulla?”, “¿Industria textil bioecológica?. Mentirosos”, “Stop Altri” o “ A terra non se vende”.

Al finalizar la reunión, muchas de esas personas, puestas en pie y con los carteles en alto, gritaron a coro “Altri non”, para expresar su oposición al proyecto.

Las dudas que expresa la plataforma

El portavoz de la plataforma vecinal, Xulio Fernández, dijo en unas declaraciones previas a Cope Lugo que el complejo que está promoviendo Altri en Palas de Rei es en realidad “una celulosa, de las más grandes del mundo, la más grande, con diferencia, de Europa”.

De hecho, Fernández precisó que será “diez veces más grande” que la que tiene ENCE en la ría de Pontevedra. “Conocemos los problemas que genera esa planta, no queremos ni pensarlo”, afirmó.

Aseguró que hasta ahora nadie les proporcionó información precisa y “ahora que vemos el proyecto, las dimensiones y las consecuencias de lo que van a hacer, nos asustamos”.

“Es preocupante saber que van a coger 46 millones de litros de agua al día del encoro de Porto de Mouros, de los cuales 30 millones volverán tratados a un tramo dos kilómetros río arriba, un tramo de río limpio, que van a estropear”, añadió.

Además, se contempla la construcción de “una chimenea de 75 metros de altura”, que va a expulsar “sustancias químicas que, de alguna manera, va a afectar a la salud de las personas” y, además, en una zona con una “población envejecida, todavía más vulnerable”.

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Una fábrica de "última generación"

Por su parte, la empresa afirma que la de Palas de Rei será una planta de “última generación”, que responderá a unas exigencias medioambientales superiores a los que establecen las legislaciones europea, española y gallega. Una iniciativa “pionera a nivel mundial para la producción de Lyocell”, un tipo de “fibra textil de origen vegetal procedente de madera de eucalipto gallega certificada que, en la actualidad, se comercializa fuera de Galicia”.

“Es un proyecto basado en la economía circular, en el que todo se optimiza: agua, residuos y energía”, precisa la compañía en un comunicado remitido este miércoles.

El director del proyecto, Bruno Dapena explicó que “la de Palas de Rei será una planta que “situará a Galicia en la vanguardia de una nueva industria basada en la sostenibilidad, la innovación y la mejora continua”.

Afirmó que “será una fábrica sin olores, que no utilizará ni cloro ni productos tóxicos en los tratamientos y cuyo producto resultante será una fibra natural 100% biodegradable, que es lo que demanda ahora la industria textil sostenible”.

Greenfiber aclaró que esas charlas, que forman parte de la propia “política de transparencia de la compañía", continuarán en los próximos días en los municipios de Melide, Agolada, Santiso y Antas de Ulla.