Pedro Sánchez irá a la investidura y acelerará los plazos tras la constitución de las Cortes. Su estrategia ningunea los movimientos de Alberto Núñez Feijóo. El líder del PP tomó la iniciativa de intentar reunirse con él para hablar de un desbloqueo, pero el Presidente en funciones está convencido de que el Frankenstein ha sido avalado por las urnas. Así lo traslada su entorno. Niega al popular su condición de ganador de las elecciones, de ahí que relegase cualquier encuentro con el líder del PP hasta que el rey elija candidato a una investidura.

"Aliados fiables"

Además de circunscribir esa futura cita a la ronda que él mismo tendrá con el resto de fuerzas, el entorno presidencial defiende que el mandato de su jefe de filas ha sido refrendado por los españoles en las urnas y eso engloba los pactos con los independentistas. Desde la cúpula del PSOE sostienen en privado que Bildu o Esquerra han dejado de ser corrosivos para sus intereses, aunque sigan contemplando el PNV como el aliado más fiable. Los números más ajustados pueden darle a Sánchez para repetir la ecuación de la pasada legislatura.

Mientras tanto, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal se reunieron la semana pasada para analizar los resultados de las elecciones generales y estudiar la situación del país. Los dos líderes ya hablaron por teléfono la misma noche del 23J, contactos que se repitieron en alguna ocasión más la semana pasada, además de verse en persona. En Vox insisten en que corresponde al presidente del PP tratar de conseguir los aliados precisos para su investidura, a la que aseguran que no podrán obstáculos si finalmente logra reunir esos apoyos, pero piden a los populares que aclaren qué relación quieren mantener con ellos.

La llave de Puigdemont

¿Qué incentivos puede tener el partido del expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, para ceder sus siete votos en el Congreso a Pedro Sánchez para que vuelva a ser investido presidente del Gobierno? Un argumento a favor del acuerdo es la oportunidad de oro que se le presenta para recuperar la capacidad de influencia que antaño tuvo CiU en Madrid y que en los últimos tiempos había ejercido ERC, mientras JxCat, aritméticamente irrelevante, se limitaba a ridiculizar los frutos negociadores de los republicanos.

"Pedro Sánchez no será presidente con los votos de Junts": con estas fulminantes palabras, en una entrevista con el diario Ara en plena campaña, Puigdemont parecía cerrar la puerta a un acuerdo. No todos recibieron con agrado la contundencia de esa afirmación, que si se toma en su literalidad les deja un margen casi nulo para negociar la investidura, si quieren mantener la coherencia, aunque ni siquiera un perfil tan poco proclive a hacer concesiones a los socialistas como la cabeza de cartel en las elecciones generales, Miriam Nogueras, llegó tan lejos.

"Sánchez quiere que el PP y Feijóo se vayan cociendo hasta agotar todas sus opciones de gobierno"

Antonio Herraiz, presentador de 'Herrera en COPE', programa dirigido por Carlos Herrera, analiza las claves de las negociaciones para formar Gobierno, tras perder el PSOE un escaño en Madrid por el voto exterior.