Gobernar, sobre todo en el área económica, consiste en gestionar una serie de recursos que siempre son escasos, para destinarlos a determinadas políticas que acaben generando riqueza y bienestar sobre los ciudadanos en los que se gobierna. Es un objetivo loable y en eso parece estar la ministra de Trabajo.

De hecho, Yolanda Díaz ha anunciado que va a modificar el subsidio de desempleo que se paga en España. Que lo va a hacer más generoso y que va a intentar que llegue a un mayor número de personas. Un subsidio, por cierto, cuestionado en organismos internacionales y en el entorno de la OCDE porque piensan que se desincentiva al parado a buscar un nuevo puesto de trabajo.

Pero en eso está la ministra, cuando los bancos hoy se han plantado y han decidido dejar de adelantar, a las personas que están en un expediente de regulación de empleo, el subsidio que les corresponde, porque el Ministerio de Trabajo no ha calculado correctamente, ha calculado de más, el dinero que tenían que percibir esas personas, cuando otras personas que están en ERTE están yendo a las colas del hambre porque todavía no han recibido ni un solo céntimo.

Arreglemos primero lo que está y embarquémosnos después en nuevas aventuras, porque gobernar es gestionar no firmar cheques en blanco. La ministra acabará dándose cuenta, más temprano que tarde, en el momento en que el Gobierno, y estamos ya en la cuenta atrás, empiece a negociar con la Unión Europea el traspaso de fondos. Estamos pagando con dinero de los contribuyentes de otros países, lo mínimo que se nos puede pedir es que lo gestionemos adecuadamente.