La situación para el turismo sigue siendo complicada, y lo fue aún más durante el periodo más estricto del estado de alarma. En "El Cascabel" hablamos con Joaquín Ausejo, propietario del Hotel Alma de Barcelona que decidió confinarse voluntariamente en su hotel para atender a un huésped permanente. "No podía marcharse a otro lugar, y algo teníamos que hacer, así que decidimos confinarnos en el hotel y vivir el confinamiento como cualquier otra familia".

Joaquín afirma que aunque la situación es complicada y el 90% de la plantilla está en ERTE, observan el futuro con optimismo . "Tenemos que cambiar muchos protocolos, vamos a implementar muchas medidas de seguridad, hemos realizado pruebas de seroprevalencia a los trabajadores. No sé cómo va a funcionar el futuro, pero estamos viendo que por el momento las terrazas están funcionando y la gente colabora, entienden que la situación ha cambiado. Confío en que todas estas medidas sean la forma más segura de enfrentarnos a la nueva situación hasta que llegue la vacuna".

Joaquín Ausejo señala que en estos momentos tienen una ocupación muy baja. "somos el único hotel de 5 estrellas abierto en Barcelona, y realmente vamos paso a paso. Esperamos que con el aeropuerto funcionando lleguemos a una ocupación mayor, pero realmente hasta que alcancemos nuestros costes de apertura será difícil".