Viendo a veces cómo se comporta este Gobierno, tenemos la impresión de que Sánchez y su equipo se ponen al volante en la dirección en la que cree que va correctamente porque todo el mundo lo hace incorrectamente. Él tiene razón y los demás están equivocados.

Una vez más, la Unión Europea también corrige las cuentas de Sánchez, sus previsiones económicas y cuestionan que lo que ellos han plasmado en los PGE se vayan a cumplir. Primero fue el Centro Nacional de Estadística del Gobierno, luego vino la AIREF, luego Funcas, luego el FMI, el Banco de España. Todos nos dicen que España no va a crecer lo que el Gobierno ha previsto. Vamos a estar un punto y medio por debajo de lo que el Gobierno dice frente al 6% que había dicho Moncloa.

Pero es que en 2022 estaremos bajando. Sobre esos pronósticos hizo las cuentas que terminan siendo cuentos. No se corresponden con la realidad. Ahora Bruselas también revisa a la baja el crecimiento de la economía española.

A Italia no solamente rebajan sus previsiones sino se las incrementan. Alguna responsabilidad tendrá Draghi. Sánchez tiene que aprender y va en la dirección contraria en la que circulamos el resto del mundo. Qué barbaridad.