La Guardia Civil pilla a un jubilado conduciendo con un solo brazo en furgoneta: terminó con dos multas distintas
Un hombre de 85 años ha sido multado en Ourense por circular con un vehículo sin adaptar a su discapacidad, lo que le obligaba a soltar el volante para cambiar de marcha
Jubilado conduciendo un coche
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La [Dirección General de Tráfico (DGT)] lo deja claro: un conductor con lesiones que afectan a su movilidad debe usar un vehículo adaptado. Sin embargo, un hombre de 85 años que solo tiene el brazo izquierdo ha sido interceptado por la Guardia Civil en Ourense mientras conducía una furgoneta sin adaptar, lo que le ha supuesto dos sanciones.
Una conducción anómala que levantó sospechas
Varios conductores alertaron a la Central Operativa de Tráfico sobre la conducción errática de una furgoneta en el municipio de Toén. El vehículo no circulaba por el centro de la calzada, no trazaba bien las curvas y no señalizaba las maniobras con los intermitentes, lo que generó una situación de riesgo.
Una patrulla se desplazó a la zona y localizó la furgoneta, confirmando las infracciones. Al darle el alto, los agentes comprobaron que al conductor "carecía de su extremidad superior derecha" y que, para cambiar de marcha en el vehículo manual, se veía obligado a soltar el volante y usar su único brazo, el izquierdo. Este es un gesto que te puede costar hasta 500 euros, demostrando la peligrosidad de la acción.
Un jubilado de unos ochenta años conduciendo un coche.
Dos multas y sin conducción temeraria
El anciano ha sido sancionado por dos infracciones administrativas: una por conducción anómala o negligente y otra por incumplir las restricciones de su permiso al circular sin un vehículo adaptado. Los agentes optaron por no denunciarlo por conducción temeraria, un concepto que suele aplicarse como delito y no como sanción administrativa.
Según explicó la Guardia Civil, para que se considere temeridad, esta debe ser "notoria, evidente y manifiesta", algo que se aplica cuando "se ignoran las normas fundamentales de seguridad en el tráfico de una forma patente". A pesar de que los avisos podrían encajar, los agentes no lo consideraron así, del mismo modo que llevar el codo por la ventanilla puede ser sancionable según el criterio del agente.
Manos de un jubilado sosteniendo el volante de un vehículo
El coste de una conducción segura
Se entiende que el conductor podría no haber renovado el carnet tras la amputación, pues un examen médico habría reflejado la necesidad de un vehículo adaptado, algo que se exige para evitar costumbres peligrosas al conducir en verano y en cualquier otra época del año. Esta condición le permitiría solicitar la tarjeta de minusvalía, con ventajas como el aparcamiento reservado o el acceso a Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).
Cualquier vehículo puede ser modificado en un taller homologado, con adaptaciones como palancas de cambio o mandos en el volante, lo que evita tener que soltarlo. Sin embargo, el coste no es bajo, ya que oscila entre los 2.000 y los 6.000 euros, pudiendo superar los 100.000 euros en casos complejos, una inversión necesaria para no poner en peligro su vida y la de los demás.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.