Romeo, un niño ciego de siete años, va con sus padres a ver un partido del Atlético de Madrid y llama la atención el objeto que le dan para seguir el balón: "Hoy nosotros lo tenemos en las manos; los tres lloramos"
Durante años, este pequeño aficionado al fútbol había tenido que dejarse llevar por las sensaciones de la grada. Ahora, gracias a la tecnología, Romeo ha podido sentir, de verdad, su primer partido de fútbol