SANTO 26 ENERO

Santos Timoteo y Tito: Frutos de la predicación de San Pablo

Hoy recordamos a los Santos obispos Timoteo y Tito, discípulos de San Pablo.

Jesús Luis Sacristán García

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El Papa Francisco instituyó el pasado mes de septiembre cada III Domingo del Tiempo Ordinario como Domingo de la Palabra. Siempre esta Palabra es más tajante que la espada de doble filo como recalcará el Apóstol San Pablo. Por eso la predicación del mensaje del Evangelio ha dejado muchos frutos de cambio y conversión. Hoy celebramos a dos conversos por la predicación, los Santos Timoteo y Tito. 
Pablo, a quien ayer recordábamos en su conversión, pasando a ser el Apóstol de los Gentiles, se dedicó todo el tiempo a ser heraldo por Cristo. Muchos fueron los frutos que llevó a cabo en su predicación, entre los que se encuentra la fundación de diversas comunidades cristianas.

Dos de sus discípulos fueron, precisamente, San Timoteo y San Tito. A ellos les encargó presidir como Obispos, dos Iglesias: La de Éfeso y la de Creta, respectivamente.Timoteo era oriundo de Listra. Hijo de padre pagano y madre cristiana, no conoció a Jesucristo hasta el primer viaje apostólico que llevó a cabo Saulo. Por su parte, Tito era uno de los más predilectos del Apóstol, cuyo testimonio le ayudó a descubrir a Cristo. El Apóstol de los Gentiles, le llama “hijo querido en la Fe”, mostrando de esa manera cómo le había ganado él mismo para la causa del Reino de los Cielos.

La Sagrada Escritura incluye, dentro del Nuevo Testamento y de las cartas paulinas, dos escritas a Timoteo y una a Tito. En ellas, les invita a ser unos verdaderos maestros que formen más pastores y nuevos fieles. Precisamente en la Primera Carta a Timoteo, Saulo le exhortará con estas palabras: "Que esa Fe se conserve en ti, ya que desde tu más tierna edad te hicieron leer y meditar las Sagradas Escrituras".

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