Santoral

Santa Priscila

Su nacimiento se sitúa en Roma y a los trece años, tendrá la oportunidad de dar testimonio de su Fe ante el juez en medio de la persecución contra los seguidores del Evangelio

El camino de perfección marca a cada uno desde la Providencia un trayecto. De la misma forma que San Pablo habla de diversos carismas y ministerios, el Espíritu marca estos tramos en cada persona. Hoy recordamos a Santa Priscila que siguió por el camino del martirio.

Su nacimiento se sitúa en Roma y a los trece años, tendrá la oportunidad de dar testimonio de su Fe ante el juez en medio de la persecución contra los seguidores del Evangelio. Su niñez y dulzura hacen creer al prefecto que le podrá convencer para que abandone lo que él cree una superstición. Entonces la lleva hasta el templo de Apolo con la idea de que ofrezca un sacrificio a los ídolos y apostate del cristianismo. Sin embargo, su fidelidad a cristo hasta las últimas consecuencias le conduce a la prisión, creyendo los perseguidores que podrá meditar su decisión y cambiar de parecer.

Cuando no logran convencerle ni tan siquiera algunos de sus allegados, es condenada a morir decapitada, sentencia que cumplirán a las afueras de la ciudad, siendo enterrada en la Via Ostiense. Actualmente sus reliquias descansan en la Iglesia que lleva su mismo nombre, en la Ciudad Eterna. Está inscrita en el Martirologio Romano y el de San Gregorio. En este día también da comienzo el octavario por la Unidad de los Cristianos, este año, con el lema: “Nosotros hemos visto aparecer su Estrella en el Oriente”, tomado del Evangelio según San Mateo.

Durante toda la semana, se pide en unión con los demás hermanos cristianos de otras confesiones para que Dios Padre nos conceda la unidad que Cristo pide en el Cenáculo. Esta iniciativa partió de las comunidades evangélicas, siendo asumido por la Iglesia Católica y el resto de comunidades cristianas.

dd/mm