Santoral

San Valero

San Valero es el Patrono principal de la ciudad del Ebro y de la Archidiócesis de Zaragoza

La fortaleza de los mártires cala en quienes les rodean. De ahí surge el testimonio que arrastra a los demás a seguir el comportamiento de la gente que hace el bien. Así le ocurrió a San Valero que recordamos hoy, una semana justo después de conmemorar al diácono San Vicente. Es el primer Obispo zaragozano de existencia conocida. Su vida está íntimamente relacionada con el mártir San Vicente.

Pocos datos hay sobre este obispo al que Vicente sirvió en su ministerio episcopal. Cuando ambos son detenidos por su Fe y llevados a Valencia, Valerio es un hombre que no tiene buena expresión por lo que Vicente habla en nombre de los dos defendiendo la Fe. En castigo el obispo zaragozano será enviado al destierro pero no sufrirá el martirio. Sí se sabe también que participó en el Concilio de Elvira, el primero que se celebró en Hispania, ya que aparece su firma entre los obispos participantes en el undécimo lugar.

San Valero de Zaragoza muere hacia el año 315. En la reciente edición del Martirologio se colocó en esta fecha, a continuación del elogio de San Vicente, por su vinculación con este santo diácono, ya que se ignora el día exacto de su muerte. En Zaragoza siempre se ha celebrado el 29 de enero, día en que el santoral menciona un obispo de Tréveris del siglo III.

Sus reliquias se guardan en Roda de Isábena y en la Seo de Zaragoza. Hacen mención de él los calendarios diocesanos de Zaragoza, Barbastro, Lérida y Valencia. San Valero es el Patrono principal de la ciudad del Ebro y de la Archidiócesis de Zaragoza. Su culto estuvo durante siglos en la Catedral del Salvador (La Seo), donde existió una cofradía formada, aunque no exclusivamente por canónigos.


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