
Madrid - Publicado el
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El cristiano en los altares de este día es un verdadero hombre fuerte en el combate y deseoso de abrazar al Señor cuando le llega su hora para dar Gloria a Dios. Porque hoy celebramos a San Ignacio de Antioquía. Seguramente conoció a algunos Apóstoles como es el caso de San Juan, hijo de Zebedeo, lo que llevó a conectar con el Evangelio de forma muy plena.
Sucesor de Pedro -al que también conocería- en el pastoreo de la Iglesia de Antioquía, le toca sufrir uno de los momentos más duros en la persecución a los cristianos bajo el Imperio de Trajano. De esta forma se preocupó mucho de las almas para que no se echasen atrás ante lo que se avecinaba a los seguidores de Jesús de Nazaret.
Al ser descubierto, es arrestado y conducido a Roma donde morirá mártir a manos de las fieras en el circo. El camino será muy duro porque le maltratan al ser cristiano. Durante su viaje a la gran Urbe, escribirá sus cartas a distintas iglesias. En ellas trata sabiamente de Cristo y de la vida en la Iglesia. También propone las claves del verdadero cristiano.
Cuando está a punto de dar la vida dice: “He de ser trigo de Cristo molido por las fieras”. De esta forma persiste en su firmeza hasta el final. Y también, estimula a los demás creyentes a punto de padecer. San Ignacio de Antioquía muere mártir. También en sus escritos es el que acuña el término de Papa como Obispo de Roma.
Y lo explica razonadamente cuando dice que la Ciudad Eterna donde está enterrado Pedro, Vicario de Cristo, abarca a todo el Orbe. Por eso el Papa Obispo de Roma ,es Pastor desde la iglesia Madre, para toda la Iglesia.