"Lo importante son las enfermas, nuestras señoras, a quienes venimos a servir y dar nuestro tiempo y esfuerzo"

La delegación española se une al resto de voluntarios de la Orden de Malta en misión de emergencia en Líbano y prepara la llegada este viernes de los enfermos mentales

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Tras un descanso reparador, este jueves hemos comenzado nuestra jornada en el Líbano con la oración de la mañana. Pese a encontrarnos todavía solos los voluntarios españoles, hemos rezado en inglés, pues a partir de esta tarde, cuando nos reunamos con el resto de las delegaciones, será el idioma para hablar con Dios y con los demás compañeros de la Orden de Malta… Cosas de los camps internacionales.

Estábamos deseando que llegaran lo antes posible los resultados de los PCR, que nos hicimos ayer en Biblos. Solo en caso de confirmarse que son negativos, podremos ir a Chabrouh, donde se encuentran los voluntarios que han respondido a la llamada de emergencia y a donde mañana, viernes, llegarán los enfermos mentales a los que queremos servir. Fieles al origen benedictino de nuestra orden, hemos decidido pasar el tiempo de espera de este jueves entre el ora y el labora. Así que los que tenían que continuar con las obligaciones laborales que han dejado en España se han conectado a sus ordenadores y el resto hemos hecho turnos de vela ante el Santísimo Sacramento como preparación espiritual a la misión que se nos encomienda en este viaje.

Los voluntarios españoles de la Orden de Malta en su último almuerzo antes de partir a Chabrouh

Los voluntarios españoles de la Orden de Malta en su último almuerzo antes de partir a Chabrouh

A media mañana, han llegado a Kfardebian el vicepresidente de la Asamblea Libanesa de la Orden de Malta, Patrick Jabre, y abuna Romanos, capellán de la orden y responsable de la administración de los edificios donde se realizan los camps en suelo libanés. Junto con la responsable de la delegación española, Águeda de Diego, y nuestro capellán, abuna Manolo, han dedicado buena parte de la mañana a programar las obras de mejora que deseamos hacer en esta casa, en la que la Asamblea Española de la Orden de Malta ha venido realizando en los últimos años sus camps de verano, y espera poder seguir acometiéndolos muchos más una vez se supere la pandemia.

Cuando al final de la mañana nos hemos reunido todos en la capilla para la bendición con el Santísimo Sacramento, ha llegado la buena noticia de que los test habían dado negativos. La delegación española al completo sigue libre de coronavirus, por lo que ya podíamos desplazarnos a Chabrouh para realizar la labor hospitalaria para la que hemos venido al Líbano.

El valle de Faraya, donde se encuentra el centro Chabrouh de la Orden de Malta

El valle de Faraya, donde se encuentra el centro Chabrouh de la Orden de Malta

Antes de viajar, pudimos disfrutar de un exquisito almuerzo libanés ofrecido por abuna Romanos y su esposa, Bárbara, en la casa de Kfardebian. Patrick, primero de bendecir la mesa, ha querido dirigirse a la delegación española para agradecer nuestra presencia y permanente compromiso con el proyecto y sobre todo con nuestros señores, los enfermos mentales del Líbano. También nos ha dado un mensaje de esperanza, convencido de que las dificultades que se viven en nuestras respectivas naciones no impedirán que este proyecto, iniciado hace más de veinticinco años, pueda permanecer. Para sostenerlo, contamos con la ayuda de Dios y con la fe y el empeño de todos los que formamos la gran familia del LEBANON PROJECT.

Tras el almuerzo, nos dirigimos a Chabrouh, donde ya nos esperaba el resto de participantes en el camp de emergencia, integrado por treinta voluntarios libaneses, alemanes y españoles. El inglés como idioma común y el hecho de que los diferentes camps de cada país funcionan siempre con el mismo esquema, y sobre todo en el mismo carisma, facilita todo en estas misiones internacionales, como lo será este camp de emergencia que comenzará mañana con la llegada de nuestras señoras. Para facilitar la organización y la asistencia, los enfermos de cada camp se agrupan por sexo y en esta ocasión serán mujeres.

El ‘masul’ (jefe) será Alan, un libanés que ya ha estado en más de quince camps, y que contará con un ‘team leader’ (jefe de grupo) de cada nacionalidad, aunque los grupos están compuestos por ‘helpers’ (voluntarios) de los tres países. La ‘team leader’ por parte de nuestra delegación será Sofía.

El ‘abuna’ (capellán) de este camp será el P. Manolo Fanjul, de nuestra delegación, y el ‘hakima’ (médico) es un libanés que el pasado año estuvo haciendo estas labores en el camp español en Kfardebian.

Alan nos ha recordado algunas cuestiones fundamentales del funcionamiento y espíritu de los camps que todos conocíamos, pero que es necesario tener muy presentes. Pueden resumirse en una sola: lo importante son ellas, las enfermas, nuestras señoras, a quienes hemos venido a servir y a quienes dedicaremos todo nuestro tiempo y esfuerzos. Ellas son la verdadera razón por las que hemos salido de nuestras casas y hemos venido a esta parte del mundo donde las cosas no están bien, pero no podemos olvidar que los más vulnerables son siempre quienes más sufren cualquier crisis o dificultad.

El equipo está formado, la casa está preparada, y nuestros corazones se levantan al final de esta jornada en plegaria confiada para que Dios derrame sobre ellos el Espíritu del amor, para que en el camp que comienza mañana, y fieles al carisma del Hospital de Jerusalén, todos nosotros podamos amarle en nuestras hermanas, nuestras señoras las enfermas que mañana recibiremos, y que en ellas sepamos reconocer a Jesucristo, que no vino a ser servido sino a servir.

Desde Chabruh, en el Monte Líbano, y para todos los lectores de Aleluya, les escribió la delegación española en el camp de emergencia de la Orden de Malta.

Mañana más, si Dios quiere.


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