Parte hacia Beirut el contingente español que acude a la llamada de emergencia de la Orden de Malta

Los ocho voluntarios llegarán esta madrugada a Beirut. Sigue en Aleluya el día a día de esta misión al servicio de enfermos mentales sin recursos

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La delegación española de la Orden de Malta que participará en el Camp de Emergencia organizado por la Orden de Malta ha partido esta tarde hacia Beirut. Estos voluntarios se unirán al contingente internacional que ya trabaja en el Líbano con enfermos mentales tratando de dar respuesta a la urgencia desatada por la COVID-19.

A la cabeza del grupo de españoles se encuentran la dama de la orden, Águeda de Diego, junto con el capellán de la orden y del Camp español, el P. Manuel Fanjul. Ellos, junto a seis voluntarios, continuarán a su llegada al Líbano con la labor que la Asamblea Española ya desarrolla desde hace años en el cuidado a enfermos mentales libaneses que viven en hospitales psiquiátricos y que durante una semana disfrutan de sus vacaciones atendidos por miembros y voluntarios de la orden.

Las actuales circunstancias son más dramáticas y urgentes. La aparición de varios positivos por la Covid-19 en uno de estos centros psiquiátricos ha obligado a evacuar a los no contagiados para poder asistirles sin exponerlos a riesgo de contraer la enfermedad y aliviar a las religiosas que se han quedado cuidando a los que ya la han contraído. De servir a estas personas, con trastornos mentales, se encargan los voluntarios de la Orden de Malta, llegados de diversos países en respuesta a la llamada de emergencia recibida.

Los ocho españoles que participarán en este Camp aterrizarán esta madrugada a Beirut vía Estambul. Allí se desplazarán a una casa, ubicada en Kfardebian, donde guardarán tres días de cuarentena junto a otros voluntarios internacionales, mientras se realizan los test pertinentes. Solo cuando se confirme que son negativos, que están libres de coronavirus, entrarán en contacto con los enfermos, “sus señores” los llaman, a los que van a servir. Antes de partir de Madrid ya superaron todos una primera PCR.

La residencia donde se guardan las cuarentenas es la misma en la que la delegación española lleva varios años organizando los camps de verano con estos mismos enfermos. Si todo discurre según lo previsto y los test de coronavirus no dan ningún sobresalto, la delegación salida de Madrid permanecerá confinada hasta el viernes, 6 de noviembre, cuando se dirigirán a Chabrouh e iniciarán su labor asistencial y de acompañamiento con sus ‘señores’.

Pese a las dramáticas circunstancias que han provocado la convocatoria de este Camp de emergencia por parte de la Asociación Libanesa de la Orden de Malta y Malteser Internacional, entre los miembros de la delegación española que ha partido hoy para el Líbano se respiraba alegría e ilusión. Conscientes del riesgo que asumen y de la responsabilidad de su misión, los ocho españoles ansían regresar a Líbano y retomar una labor que en agosto quedó suspendida por la convulsa situación política y social de la república, así como por la situación sanitaria en los países de origen de los voluntarios.

Para dos de los miembros de la delegación española está es su primera experiencia en el Líbano, aunque ya vienen desarrollando labores de voluntariado en otros proyectos de la Orden de Malta, fundada en Jerusalén hace más de 900 años. Los otros seis son veteranos y no han dudado en pedir vacaciones en el trabajo ni en dejar sus ocupaciones en España para viajar a Beirut y responder a la situación de particular vulnerabilidad y soledad en la que han quedado estos enfermos frente al coronavirus.

Al frente de esta delegación se encuentra la dama de la Orden, Águeda de Diego, delegada de Voluntarios de la Asamblea Española de la Orden de Malta y responsable del proyecto LEBANON CAMP. Para ella, “la providencia ha querido que en medio de estas dramáticas circunstancias que vive aquel país tan querido para nosotros nuestra presencia sea ahora necesaria no solo, como en años anteriores, para permitir a nuestros señores disfrutar de unas vacaciones fuera del hospital, sino que ahora podemos llevarles consuelo y esperanza en medio de un sufrimiento aún mayor para los más débiles”.

Mañana, ya desde el Líbano, seguirán contando en Aleluya el día a día de esta misión que demuestra, una vez más, la solidaridad y entrega del pueblo español. Pese a las circunstancias, les ha faltado tiempo para responder a la llamada de auxilio de unas personas a las que su enfermedad y su desarraigo familiar vuelve todavía más vulnerables a la pandemia.

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