La oración del día: San Sixto III

Su pontificado iniciado tras el Concilio de Éfeso, celebrado en 431, estuvo marcado por el nestorianismo, doctrina que junto al pelagianismo, había sido condenada en el mismo

Tiempo de lectura: 2’

Hoy es la conmemoración de San Sixto III que tuvo que confirmar en la Doctrina de la Iglesia a los cristianos ante tantas desviaciones y herejías. Accede al Papado tras la muerte de San Celestino I, el año 432. Sus ocho años de Pontificado estuvieron llenos de multitud de exigencias, en respuesta a los problemas planteados.

Uno de ellos fue la herejía pelagiana, que combate este Papa y que condenaría su sucesor, el Pontífice Zósimo. Dicha desviación, promovida por el monje Pelagio, decía que no era necesaria la Gracia Divina para realizar buenas obras. Un anticipo al Protestantismo. Esta polémica hace que Sixto escriba dos cartas al Obispo Aurelio, que condenó, por seguir este error, a Celestio, que era un Jurista Romano.

Pero las dificultades seguirían, esta vez, de la mano de Nestorio. Este Obispo de Constantinopla, oriundo de Antioquia, defendía que Cristo no era una Persona Divina que sustenta las dos naturalezas – la divina y la humana -, sino que en Él había dos Personas. A eso añadía que la Virgen María no era Madre de Dios. Ello obligó a la convocatoria del Concilio de Éfeso en el año 431, con una rotunda condena, señalando que Cristo es una Persona Divina que sustenta dos naturalezas.

Los esfuerzos del Papa para obtener la conversión de los difusores del error fueron malinterpretados, de modo que, gracias al Concilio convocado por el emperador Valentiniano, quedó restablecido su buen obrar. Siempre debe quedar como signo de contradicción el cristiano. El Papa San Sixto III, muere en el año 440, no sin antes restablecer debidamente las Basílicas de San Pedro, San Lorenzo y Santa María La Mayor.


Oración

Señor, tú que diste a San Sixto III la abundancia del espíritu de verdad y de amor

para que fuera un buen pastor de tu pueblo,

concede a cuantos celebramos hoy su fiesta adelantar en la virtud,

imitando sus ejemplos, y sentirnos protegidos con su valiosa intercesión.

Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.


Religión