“ No hagáis frente al que os agravia ”
Evangelio según san Mateo 5, 38-42 ; y comentario de José María Calderón, director de OMP

Evangelio del día 16-06
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Primera lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 6
Hermanos:
Como cooperadores suyos, os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios. Pues dice:
«En tiempo favorable te escuché, en el día de la salvación te ayudé».
Pues mirad: ahora es el tiempo favorable, ahora es el día de la salvación.
Nunca damos a nadie motivo de escándalo, para no poner en ridículo nuestro ministerio; antes bien, nos acreditamos en todo como ministros de Dios con mucha paciencia en tribulaciones, infortunios, apuros; en golpes, cárceles, motines, fatigas, noches sin dormir y días sin comer; procedemos con limpieza, ciencia, paciencia y amabilidad; con el Espíritu Santo y con amor sincero; con palabras verdaderas y la fuerza de Dios; con las armas de la justicia, a derecha e izquierda; a través de honra y afrenta, de mala y buena fama; como impostores que dicen la verdad, desconocidos, siendo conocidos de sobra, moribundos que vivimos, sentenciados nunca ajusticiados; como afligidos pero siempre alegres, como pobres, pero que enriquecen a muchos, como necesitados, pero poseyéndolo todo.
Salmo de hoy
Salmo 97
El Señor da a conocer su salvación
Cantad al Señor un cántico nuevo,porque ha hecho maravillas.Su diestra le ha dado la victoria,su santo brazo. R/
El Señor da a conocer su salvación,revela a las naciones su justicia.Se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel. R/
Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.Aclama al Señor, tierra entera;gritad, vitoread, tocad. R/
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 5
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente”. Pero os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas».