León XIV y la Ciencia

Lo que se pueda saber al respecto de este tópico hemos de encontrarlo en su currículum y en mensajes que haya pronunciado con anterioridad a ser nombrado Papa

León XIV

EFE

Alfonso V. Carrascosa

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Como biografía fiable de León XIV propongo esta https://opusdei.org/es-es/article/biografia-papa-leon-xiv/. En ella y otras se ve como León XIV disfruta de una sólida formación intelectual, de carácter multidisciplinar, ya que obtuvo su licenciatura en Ciencias Matemáticas en 1977 y recibió un Doctorado Honoris Causa en Humanidades por la misma universidad en 2014, la Villanova University, fundada en 1842 por la Orden de San Agustín y dedicada al santo español Tomás de Villanueva (1486-1555), siendo una de las dos únicas universidades agustinas de Estados Unidos y la otra es Merrimack College, en Massachussets. Además se formó en teología en la Villanova University y en la Catholic Theological Union de su ciudad natal, siendo luego enviado a Roma, donde estudió Derecho Canónico en la Universidad Pontificia Santo Tomás de Aquino (Angelicum) donde se licenció (1984) y luego doctoró (1987) con la tesis: “El rol del prior local en la Orden de San Agustín”. Practicó la docencia universitaria en la arquidiócesis de Trujillo, siendo profesor de derecho canónico, patrístico y moral en el Seminario Mayor “San Carlos y San Marcelo”. Además habla cinco lenguas: inglés, español, italiano, francés y portugués.

Ya la Orden de San Agustín a la que el nuevo Papa pertenece ha dejado a lo largo de la historia claras señales en lo que a conciliación ciencia-fe se refiere: en España han regentado el hoy dependiente del CEU Real Centro Universitario El Escorial, ubicado en el monasterio de El Escorial - donde cursaron estudios universitarios desde Manuel Azaña a Pedro Sánchez, pasando por numerosos ilustres personajes de ayer y hoy- donde además hacen lo propio con el Real Colegio Alfonso XII. El agustino padre Flórez fue el impulsor fundamental de la incruenta y católica Ilustración Española. Además, científicos agustinos fueron asesinados en la Persecución Religiosa, tales como Arturo García de la Fuente, (1902-1936) Sabino Rodrigo, (1874-1936), Gerardo Gil Leal, (1871-1936), Matías Espeso (1901-1936), Bernardino Álvarez (1903-1936) o Mariano Revilla, nombres a añadir a la moda de la memoria democrática, para contrarrestar el fuerte sesgo ideológico anticatólico con el que está planteada. El propio san Agustín en vida abogó por la conciliación ciencia-fe. Otro ilustre científico de fama universal fue el fraile agustino Gregorio Mendel, padre de la genética, rama de la ciencia proscrita y perseguida por Stalin por provenir de un cura católico.

Siendo León XIV Monseñor Robert Prevost Martinez O.S.A. Obispo de Chiclayo, y Gran Canciller –más o menos equivalente a rector- de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo, pronunció en el marco de la ceremonia de apertura del año académico 2016 un interesante discurso, que acaso sea el documento sobre ciencia-fe más importante que el actual Papa firmase con anterioridad a su actual misión. Sorprenden las coincidencias de dicho discurso con el pronunciado por Francisco en 2024 a la Federación Internacional de Universidades Católicas.

Comenzó refiriéndose a importantes documentos del Magisterio de la Iglesia en cuanto a ciencia-fe se refiere, el documento “Gravissimum Educationis”, documento del Concilio Vaticano II sobre la cuestión de la educación cristiana, promulgado por el Papa Pablo VI el 28 de octubre de 1965 y el “Ex Corde Ecclessiae”, que aborda específicamente el compromiso de la Iglesia y las preocupaciones acerca de la Universidad Católica, promulgado por San Juan Pablo II el 15 de agosto de 1990 (25 aniversario), en los que según él se abordaba de modo significativo el tema “lo que hace que una universidad católica sea verdaderamente católica” y dijo lo siguiente:

"Y nosotros que queremos caminar por el sendero que nos propone la Iglesia…Como Universidad Católica, hemos de ser un verdadero centro de estudios superiores en donde se integren armónicamente el saber profesional, la investigación científica y la fe. Estas tres dimensiones de nuestro quehacer pedagógico y formativo están llamadas a constituir una auténtica síntesis integral, como fruto del diálogo y del respeto intelectual, y no de la coacción o la imposición irracional".

Después de señalar que la Iglesia siempre ha pretendido el fomento de las disciplinas científicas según sus principios, sus métodos y la libertad propia de la investigación, integraba en su discurso enseñanzas del documento Gravissimum educationis momentum tales como una de las fundamentales misiones de la universidad católica, la de hacer ver …con más exactitud cómo la fe y la razón van armónicamente encaminadas a la verdad, que es una proponiendo a continuación cómo …la presencia del pensamiento cristiano en el empeño de promover la cultura superior, debe hacerse pública, estable y universal, posibilitando a los alumnos una formación que les haga hombres prestigiosos por su doctrina, preparados para el desempeño de las funciones más importantes en la sociedad y testigos de la fe en el mundo.

También mencionaba pasajes del Ex corde ecclessiae para clarificar la identidad que como universidad católica debían tener, diciendo: Hemos de ser, en cuanto Universidad, una comunidad académica, que, de modo riguroso y crítico, contribuya a la tutela y desarrollo de la dignidad humana y la herencia cultural mediante la investigación, la enseñanza y los diversos servicios ofrecidos a las comunidades locales, nacionales e internacionales ; y en cuanto Católica un ente que garantice de forma institucional la presencia cristiana en el mundo universitario frente a los grandes problemas de la sociedad y la cultura.

Pasaba a continuación a señalar los cuatro puntos exigidos por la Iglesia a las universidades católicas para poder vivir con plenitud su misión: la inspiración cristiana individual y colectiva, una reflexión continua sobre el creciente tesoro del saber humano a la luz de la fe católica, la fidelidad al mensaje cristiano y al Magisterio, y buscar por encima de todo el encuentro con Dios que es el que da sentido a la vida.

Exhortó a los profesores a esforzarse por sacar adelante los principios del logotipo de la universidad Sabiduría, perfección y comunidad, a los alumnos a tomar en serio el ser cristianos con unas palabras de Francisco en la Amoris laetiti ( 39-40), diciéndoles Tengan cuidado de ser arrastrados por la cultura de los provisorio, en donde todo es descartable, solo se usa y desecha, se gasta y rompe, se aprovecha y estruja, mientras sirva. Después, adiós. Una cultura así, empuja a muchos jóvenes a no madurar plenamente y, lo peor de todo, a no poder formar una familia porque llegan a sentirse privados de oportunidades en el futuro, y finalmente al colectivo universitario tomando nuevamente unas palabras de Francisco indicando Es importante renovar todos los esfuerzos para asegurar que las generaciones futuras sean personas que hagan posible el diálogo abierto y constructivo entre fe y razón en los diferentes campos de la sociedad en que se desenvuelvan (Cfr. Carta del Santo Padre Francisco, con motivo de la celebración del día nacional de la 92 Universidad Católica del Sagrado Corazón).

Otra manifestación de su respeto por lo científico fue el modo de afrontar la pandemia de COVID. Mons. Prevost secundó las indicaciones científicas que las autoridades sanitarias indicaron en cuanto a evitar contagios, en la diócesis de Chiclayo (Perú), de la que era su obispo, viéndose obligado a cerrar las iglesias durante los primeros meses de pandemia y a reabrir la catedral, estableciendo una serie de normas para evitar el contagio, haciendo uso de mamparas para distribuir la comunión en la mano, o realizar confesiones presenciales pero con el uso de móviles para evitar el acercamiento excesivo. También su predecesor León XIII - uno de los modos de referirse a él es el de «restaurador de la ciencia cristiana»- promovió la conciliación ciencia-fe en su encíclica «Aeterni Patris». Ahí exponía la misión de la Filosofía indicando que por sí sola no podía reparar el daño que había hecho a la humanidad con sus errores, y decía Las solas fuerzas de la razón humana no son suficientes para rechazar y desarraigar todos sus errores.. Pero no por esto es razón despreciar ni preferir los medios naturales con que, gracias a la sabiduría divina que todas las cosas ordena con suavidad y eficacia, es ayudado el humano linaje; entre cuyos auxilios consta ser el principal el recto uso de la Filosofía... la razón, lejos de ser extinguida ni disminuida por la luz sobreañadida de la fe es antes perfeccionada por ella, acrecentada su virtud y hecha hábil para cosas mayores…La fe libra a la razón y la defiende, y la instruye, además con la noticia de muchas cosas. León XIII describió con suma precisión el camino de degeneración de la Filosofía con estas palabras de rabiosa actualidad: «… Hizo se moda discurrir en materias filosóficas sin miramiento ni respeto alguno a la fe… de donde acaeció multiplicarse sin medida los sistemas de Filosofía, y nacer sentencias diversas y contradictorias hasta sobre las cosas que son principales en los conocimientos humanos. De la multiplicidad de opiniones se pasó a la incertidumbre y a la duda; y todos saben que de la duda al error no hay más que un paso. Este amor a la novedad pareció en algunas partes haber inficionado el ánimo hasta de los filósofos católicos –que es muy común en los hombres ser inducido a obrar por el espíritu de imitación; los cuales, dejando de lado el patrimonio de la antigua sabiduría, prefirieron en lugar de aumentar y completar lo antiguo con lo nuevo…’.

Esperemos en este Santo Año Jubilar, que como Francisco indicó, la esperanza no defraude, y que León XIV como el sabio escriba, tome del baúl lo nuevo y lo viejo y con ello pastoree sus ovejas.

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