Gracias, D. Fernando. Editoriales de ECCLESIA sobre don Fernando Sebastián Aguilar

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Gracias, D. Fernando. Editorial de ECCLESIA (números 3.374-75, 11 y 18 de agosto de 2007) en la hora de jubilación de monseñor Fernando Sebastián Aguilar. Ha corrido bien la carrera, ha mantenido y expandido la fe y ahora le espera la corona de la gloria que no se marchita

"Gracias, D. Fernando

Casi tres años después de que alcanzar los 75 años de edad, la Santa Sede acaba de aceptar la jubilación de monseñor Fernando Sebastián Aguilar. Asimismo ha procedido acertadamente al nombramiento de su sucesor en Pamplona y Tudela. Es el hasta ahora arzobispo castrense, monseñor Francisco Pérez González, a quien ECCLESIA felicita cordialmente y le desea un fecundo ministerio episcopal en Navarra.

En la hora de la jubilación de monseñor Fernando Sebastián, nuestra revista -y a buen seguro, la práctica totalidad de la Iglesia en España- experimenta un especial deber de agradecimiento hacia uno de los más señeros y carismáticos obispos españoles de las últimas décadas. Los servicios prestados por Don Fernando bien merecen nuestro sincero y entusiasta reconocimiento. Don Fernando ha sido referencia inexcusable para la CEE durante un cuarto de siglo por su inteligencia, su brillantez, su valentía, su lucidez, su entrega, su incisividad, su sentido de la comunión y de la concordia y su bien ganado prestigio. Estamos en deuda con él y deberemos seguir contando, de algún modo, con su presencia. Gracias, Don Fernando".

(En el Editorial del número de ECCLESIA 3.710 -18 de enero de 2014-, recién nombrado cardenal por el Papa Francisco, el primer español en ser nombrado cardenal por el actual Santo Padre, escribimos: "Fernando Sebastián (1929), es bien conocido y querido por parte de la Iglesia católica en España. Su nombramiento es magnífico. Nos alegra y honra y alegra y honra a nuestra Iglesia. Sus servicios prestados, desde al menos 1970 y todavía después de su jubilación en 2007, han sido y siguen extraordinarios. Es una figura eclesial clave, todo un referente. ¡Muchas felicidades, querido don Fernando!")

(Ahora, casi once años y medio después de escribir estas líneas, recién fallecido monseñor Sebastián, cardenal merecidísimo de la Iglesia católica desde febrero de 2014, no solo ratificamos todas y cada una de las palabras de este comentario Editorial, sino que todavía las subrayamos aún más ya que su jubilación ha sido tan luminosa como toda su vida y en ella, en su más de once años de jubilación, ha destilado de modo eminente y generosísimo la sabiduría de los años y de su cátedra permanente de pastor y de intelectual excepcional. Un don de Dios extraordinario para toda la Iglesia, muy particularmente para la Iglesia en España. Don Fernando ha corrido bien la carrera, ha mantenido y expandido la fe y ahora le espera la corona de la gloria que no se marchita.

Gracias, don Fernando, gracias de todo corazón. La historia y sobre todo Dios se lo pagarán. Descanse en paz)

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