¿Sabías que San Antonio María Zaccaria es el patrón de los médicos?: descubre los motivos
San Antonio se dedicó a la sanación de los cuerpos mediante sus conocimientos médicos. Anunciaba el Evangelio a sus pacientes, animándoles y exhortándoles a salvar sus almas
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Cada 5 de julio, la Iglesia celebra la festividad de San Antonio María Zaccaria, sacerdote y médico italiano del siglo XVI, además de patrón de los sanitarios.
Se dedicó a la sanación de los cuerpos mediante sus conocimientos sanitarios. No obstante, también fue médico y sanador de las almas, ya que procuró acercar a muchas personas a Cristo a través de la Eucaristía y la oración. Además, no perdía ocasión de anunciar el Evangelio a sus pacientes, animándoles y exhortándoles a salvar sus almas para alcanzar el Cielo.
Le tocó vivir en una época de mucha confusión dentro de la Iglesia debido a la reforma protestante de Martín Lutero. Sin embargo, también coincidió con el establecimiento de los jesuitas en Roma y España, que comenzaban por entonces todas sus labores misioneras de la mano de San Ignacio de Loyola. Su actividad pastoral contribuyó a preparar el terreno de verdadera reforma de la Iglesia de cara a la celebración del Concilio de Trento.
Algunos de los biógrafos del Padre Zaccaria afirman que su labor fue tan grande que es como si hubiera vivido el doble de años.
Una vida humilde y entregada a Cristo
Nació en Cremona (Italia) en 1502. Su padre fallece antes de que él cumpla un año, y su madre se dedica íntegramente a criarlo. También lo educa en la fe.
Estudia medicina en la Universidad de Padua, carrera de la que se gradúa a los 22 años. Durante su tiempo de servicio a los enfermos se centraba en los pobres y los más desfavorecidos, en muchas ocasiones ofreciendo sus servicios de forma gratuita. También rechazaba cualquier tipo de lujo y vestía de manera humilde.
Unos años después, animado por su director espiritual, estudia filosofía y teología. Su inquietud esprirtual lo lleva finalmente a acoger el llamado que Dios le hacía al sacerdocio.
Su labor pastoral le lleva hasta Milán, donde funda los Clérigos Regulares de San Pablo, también conocidos como los Barnabitas. También instituye las Hermanas Angélicas de San Pablo y los Laicos de San Pablo. Además, crea la fiesta de la Adoración de las 40 horas, enfocada a fomentar el amor a Cristo presente en la Eucaristía.
Fallece el 5 de julio de 1539, a la edad de 37 años. Fue elevado a la categoría santo por el Papa León XIII en el año 1897.
