Pablo Casado pide a los líderes religiosos que alcen la voz contra los nacionalismos y los populismos

El presidente del PP ha subrayado que la democracia protege a las minorías y que no puede mirar hacia otro lado ante estas imposiciones ideológicas

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Pablo Valentín-Gamazo

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Pablo Casado ha participado en la segunda sesión de la III edición de la conferencia “Las religiones y su contribución a la concordia y a la paz mundial”. El presidente del Partido Popular ha destacado positivamente la labor de todas las religiones a la hora de “tender puentes para solucionar los conflictos de hoy” y su valor “para tumbar muros”.

El líder del PP ha recordado que la concordia, una de las palabras que da título a este evento, es especial para España en estos momentos por el 40 aniversario de la Constitución. La ha señalado como una de las claves de la senda constitucional española y de la construcción de la Unión Europea.

Casado ha expuesto el contexto en el que el hecho religioso convive con la democracia. Como amenazas a esos vínculos, ha citado dos. En primer lugar, los nacionalismos, que ha definido como como fenómenos de “sacralización de la política que acaban sacrificando las libertades individuales”. Los ha distinguido de los nuevos populismos, de los que ha dicho que “pretenden asaltar los cielos”.

Esa cercanía de ambas ideologías con esa “sacralización” es el motivo por el que el ex vicesecretario de comunicación del PP ha pedido a los líderes religiosos su ayuda para que las personas los puedan distinguir. Pablo Casado les ha resaltado la importancia de las cabezas de las confesiones religiosas para “separar esos mensajes salvadores de los mensajes sagrados”.

En ese sentido, ha subrayado que el sistema constitucional ofrece un marco de protección y convivencia al hecho religioso, no sólo para la religión mayoritaria. Sin embargo, ha señalado la necesidad de actuar ante esta clase de ideologías que impidan el ejercicio libre de otras alternativas morales o religiosas. “La característica esencial de la democracia respeta y protege a las minorías, y no podemos mirar hacia otro lado cuando vemos que se violan sus derechos ante quienes quieren imponer una sola fe o una sola moral”.

Además, ha añadido que este marco es también de colaboración. Lo ha reflejado citando el artículo 16 de la Constitución de 1978 y cómo ese artículo se concreta en las labores educativas y de cuidado de los más necesitados.

El presidente del Partido Popular ha concluido su intervención con dos palabras: fe y esperanza. Son los dos términos con los que espera que se sustente y se siga trabajando en la la labor compartida de las religiones y las administraciones. “Los poderes públicos tienen que ayudar con esperanza a los ciudadanos del mismo modo en que la fe ayuda a los creyentes. Solo con la colaboración de las religiones podremos cumplir el deseo de dejar un mundo mejor para nuestros hijos”.