Manos Unidas denuncia el analfabetismo en el mundo: "Es inadmisible que condicione a millones de personas"

Manos Unidas ha denunciado, a través de un comunicado, la situación de analfabetismo que viven millones de personas alrededor del mundo, algo que para la ONG es fundamental de cara a acabar con la pobreza en el mundo.

En el marco del Día Mundial de la Alfabetización, que se celebrará el próximo 8 de septiembre, la organización ha detallado que 773 millones de personas adultas, en su mayoría mujeres, no saben leer ni escribir. Además, aproximadamente 250 millones de niños viven en una situación que les puede condenar al analfabetismo el resto de sus vidas, según las estimaciones de la UNESCO.

Ante esta situación, María José Hernando, del Departamiento de Estudios de la insitución, declara que "es inadmisible que, en pleno siglo XXI, el analfabetismo condicione totalmente la vida de tantísimos millones de personas".

Además, Hernando explica que carecer de competencias en cálculo y lectoescritura, o el llamado analfabetismo funcional, tienen consecuencias en el incremento de la desigualdad en el mundo, ya que "comprender un texto y poder expresar las ideas y decisiones, determina la capacidad de las personas y los pueblos para reclamar sus derechos. Y no poder hacerlo por desconocimiento o por carecer de la capacitación para ello, tiene consecuencias muy graves en el plano laboral, jurídico o económico".

En el comunicado, Manos Unidas pone de manifiesto la brecha digital entre los diferentes países, lo que ha impedido a muchas naciones poco desarrolladas tomar las medidas adecuadas de prevención ante la pandemia de la covid-19, como el teletrabajo o el estudio online. Pero, además, ha tenido unas consecuencias "nefastas" en los programas de alfabetización de la población adulta, "que han quedado completamente relegados, entre otros muchos motivos, por la falta de conocimientos de informática o por la carencia de dispositivos o de personal", ha explicado Hernando.

La ONG considera "imprescindible seguir apostando por el fortalecimiento de las capacidades de las personas y las comunidades a través de la alfabetización, porque esta es la puerta al acceso de los derechos humanos, ya que sobre la educación se sustentan las bases de la participación ciudadana y la convivencia pacífica plenamente humana a la que todas las personas tenemos derecho".

El programa 'LAMINA': una señal de esperanza para los jóvenes de Madagascar

En Madagascar, el 75 por ciento del suelo carece de títulos de propiedad, por lo que su delimitación es casi imposible. Este problema se acrecienta en la zona rural donde casi la totalidad de los terrenos de cultivo y pasto son terrenos denominados "domaniaux"; tierras que los campesinos han heredado de sus antepasados para las que no existe ningún tipo de documento legal.

Para Aguirre, el hecho de que se trate de una tierra deforestada, en la que abunda la quema de terrenos, conlleva a que los conflictos entre los campesinos por la propiedad de los terrenos sean cada vez más abundantes.

Para evitar estos conflictos y aumentar el desarrollo de la zona, el Comité de Justicia y Paz de la diócesis de Fianarantsoa puso en marcha el programa LAMINA, que ya ha entrado en su tercera fase.

Las actividades de movilización y de formación de la población que está llevando a cabo la ONG y las de fortalecimiento de las instituciones y de apoyo al medioambiente, van a permitir que, con el aumento del nivel de educación de los campesinos vulnerables, puedan obtener los certificados de nacimiento que permitirán a sus hijos ingresar en la escuela, "con lo que podrá romperse el círculo de la pobreza y el analfabetismo", ha asegurado la coordinadora de proyectos de Manos Unidas en Madagascar.