El Papa recuerda que el Sínodo no es "una reunión parlamentaria": "Estamos aquí para caminar juntos"

Francisco ha invitado a la Iglesia, "en medio de las olas a veces agitadas de nuestro tiempo", a no desanimarse y a no buscar "escapatorias ideológicas"

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El Papa Francisco ha presidido la Santa Misa de apertura de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre el tema “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”.

Tras las proclamación del Evangelio, el Santo Padre ha pronunciado la homilía subrayando que, ante la apertura de la Asamblea Sinodal, “no nos sirve tener una mirada inmanente, hecha de estrategias humanas, cálculos políticos o batallas ideológicas”: “No estamos aquí para celebrar una reunión parlamentaria o un plan de reformas. No. Estamos aquí para caminar juntos, con la mirada de Jesús, que bendice al Padre y acoge a todos los que están afligidos y agobiados”.



La Iglesia, ante los desafíos de hoy

La “mirada de bendición del Señor” invita a todos los fieles a “ser una Iglesia que, con corazón alegre, contempla la acción de Dios y discierne el presente; que, en medio de las olas a veces agitadas de nuestro tiempo, no se desanima, no busca escapatorias ideológicas, no se atrinchera tras convicciones adquiridas, no cede a soluciones cómodas, no deja que el mundo le dicte su agenda

Recordando las palabras de san Juan XXIII en la apertura del Concilio Ecuménico Vaticano II en 1962, Francisco ha vuelto a subrayar que la Iglesia tiene que afrontar los desafíos de hoy, “no con espíritu de división y de conflicto”, sino que, por el contrario, “vuelve los ojos a Dios que es comunión y, con asombro y humildad, lo bendice y lo adora, reconociéndolo como su único Señor”.

No queremos glorias terrenas, no queremos quedar bien a los ojos del mundo, sino llegar a él con el consuelo de Evangelio, para testimoniar mejor, y a todos, el amor infinito de Dios”, ha afirmado Francisco durante la homilía.




La principal tarea del Sínodo

Sobre la principal tarea del Sínodo, Francisco ha recordado las palabras de Benedicto XVI en 2012: “Volver a poner a Dios en el centro de nuestra mirada, para ser una Iglesia que ve a la humanidad con misericordia. Una Iglesia unida y fraterna, que escucha y dialoga; una Iglesia que bendice y anima, que ayuda a quienes buscan al Señor, que sacude saludablemente a los indiferentes, que pone en marcha itinerarios para instruir a las personas en la belleza de la fe. Una Iglesia que tiene a Dios en el centro y, por consiguiente, no crea división internamente, ni es áspera externamente. Es así como Jesús quiere a su Iglesia, su Esposa”.

Tras la mirada de bendición del Señor, Francisco ha pedido contemplar la “mirada de Cristo que acoge”: “A lo largo de toda su vida, asume esta mirada acogedora hacia los más débiles, los que sufren, los descartados […] esta mirada acogedora de Jesús nos invita también a ser una Iglesia que acoge. En una época compleja como la actual, surgen nuevos desafíos culturales y pastorales, que requieren una actitud interior cordial y amable, para poder confrontarnos sin miedo”.

Pope Francis leads opening Mass for Synod

Vatican City (Vatican City State (holy See)), 04/10/2023.- Priests and bishops attend a Holy Mass led by Pope Francis with the new Cardinals at the opening of the XVI Ordinary General Assembly of the Synod of Bishops in Saint Peter's Square, Vatican City, 04 October 2023. (Papa, Obispo, Cardenal) EFE/EPA/GIUSEPPE LAMI




Caminar juntos, "humildes, vigorosos y alegres"

“Hermanos y hermanas, Pueblo santo de Dios, frente a las dificultades y los retos que nos esperan, la mirada de Jesús que bendice y que acoge nos libra de caer en algunas tentaciones peligrosas: la de ser una Iglesia rígida, que se acoraza contra el mundo y mira hacia el pasado; la de ser una Iglesia tibia, que se rinde ante las modas del mundo; la de ser una Iglesia cansada, replegada en sí misma”, ha subrayado Francisco.

El Santo Padre ha pedido, una vez más, caminar juntos, “humildes, vigorosos y alegres” siguiendo las huellas de san Francisco de Asís, el santo de la pobreza y la paz: “El Sínodo sirve para recordarnos que nuestra Madre Iglesia tiene siempre necesidad de purificación, de ser “reparada”, porque todos nosotros somos un Pueblo de pecadores perdonados, siempre necesitados de volver a la fuente, que es Jesús, y emprender de nuevo los caminos del Espíritu para que llegue a todos su Evangelio”.



"No se trata de una reunión política"

Por último, Francisco ha afirmado que todo el Pueblo santo de Dios “alimentan expectativas, esperanzas e incluso algunos temores sobre el Sínodo que comenzamos, recordemos una vez más que no se trata de una reunión política, sino de una convocación en el Espíritu; no de un parlamento polarizado, sino de un lugar de gracia y comunión. El Espíritu Santo deshace, a menudo, nuestras expectativas para crear algo nuevo que supera nuestras previsiones y negatividades. Abrámonos e invoquemos al Espíritu Santo, Él es el protagonista. Y con Él caminemos, con confianza y alegría”.




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