Las cinco claves del mensaje del Papa en la Jornada Mundial del Enfermo: "Estar al lado de los que sufren"

El 11 de febrero, día en el que se celebra la festividad de la Virgen de Lourdes, Francisco pone el foco en la cercanía a las personas enfermas y sus familias

Tiempo de lectura: 3’

“Estar al lado de los que sufren en un camino de caridad”. Ese es el eje sonbre el que gira el mensaje del Papa Francisco con motivo de la Jornada Mundial del Enfermo, que se celebrará el 11 de febrero, memoria litúrgica de la Virgen de Lourdes.

Con el deseo de que esta cita “pueda ayudarnos a crecer en el servicio y en la cercanía a las personas enfermas y a sus familias”, Francisco lanza las cinco claves para “llevar la misericordia a quien más lo necesita”.



1. Misericordiosos como el Padre

“La misericordia es el nombre de Dios por excelencia, que manifiesta su naturaleza, no como un sentimiento ocasional, sino como fuerza presente en todo lo que Él realiza. Es fuerza y ternura a la vez. Él nos cuida con la fuerza de un padre y con la ternura de una madre, siempre dispuesto a darnos nueva vida en el Espíritu Santo”, comienza explicando el Papa.

2. Jesús, misericordia del Padre

“El testigo supremo del amor misericordioso del Padre a los enfermos es su Hijo unigénito”, advierte Francisco. “¡Cuántas veces los Evangelios nos narran los encuentros de Jesús con personas que padecen diversas enfermedades!”. El Papa se pregunta: “¿Por qué esta atención particular de Jesús hacia los enfermos, hasta tal punto que se convierte también en la obra principal de la misión de los apóstoles?”.

El Papa insiste además que hallar respuesta a la pregunta sobre el sentido de todo lo que sucede “es cada vez más urgente”.

Por otro lado, recuerda “a los numerosos enfermos que, durante este tiempo de pandemia, han vivido en la soledad de una unidad de cuidados intensivos la última etapa de su existencia atendidos, sin lugar a dudas, por agentes sanitarios generosos, pero lejos de sus seres queridos. He aquí, pues, la importancia de contar con la presencia de testigos de la caridad de Dios que derramen sobre las heridas de los enfermos el aceite de la consolación y el vino de la esperanza, siguiendo el ejemplo de Jesús”.



3. Tocar la carne sufriente de Cristo

De la misma forma, el Papa no se olvida de los sanitarios y afirma que “la invitación de Jesús a ser misericordiosos como el Padre adquiere un significado particular para los agentes sanitarios. Queridos agentes sanitarios, su servicio al lado de los enfermos, realizado con amor y competencia, trasciende los límites de la profesión para convertirse en una misión. Sus manos, que tocan la carne sufriente de Cristo, pueden ser signo de las manos misericordiosas del Padre. Sean conscientes de la gran dignidad de su profesión, como también de la responsabilidad que esta conlleva”. Por otro lado, alaba “los progresos que la ciencia médica ha realizado, sobre todo en estos últimos tiempos. Las nuevas tecnologías han permitido desarrollar tratamientos que son muy beneficiosos para las personas enfermas; la investigación sigue aportando su valiosa contribución para erradicar enfermedades antiguas y nuevas; la medicina de rehabilitación ha desarrollado significativamente sus conocimientos y competencias”.

4. Los centros de asistencia sanitaria, casas de misericordia

La Jornada Mundial del Enfermo también es una ocasión propicia “para centrar nuestra atención en los centros de asistencia sanitaria”. A lo largo de los siglos, “la misericordia hacia los enfermos ha llevado a la comunidad cristiana a abrir innumerables ‘posadas del buen samaritano’, para acoger y curar a enfermos de todo tipo, sobre todo a aquellos que no encontraban respuesta a sus necesidades sanitarias, debido a la pobreza o a la exclusión social, o por las dificultades a la hora de tratar ciertas patologías”.

Según Francisco, “en una época en la que la cultura del descarte está muy difundida y a la vida no siempre se le reconoce la dignidad de ser acogida y vivida, estas estructuras, como casas de la misericordia, pueden ser un ejemplo en la protección y el cuidado de toda existencia, aun de la más frágil, desde su concepción hasta su término natural”.

5. La misericordia pastoral: presencia y cercanía

Para finalizar, el Papa señala que “a lo largo de estos treinta años el servicio indispensable que realiza la pastoral de la salud se ha reconocido cada vez más. A este propósito, quisiera recordar que la cercanía a los enfermos y su cuidado pastoral no solo es tarea de algunos ministros específicamente dedicados a ello; visitar a los enfermos es una invitación que Cristo hace a todos sus discípulos”. “¡Cuántos enfermos y cuántas personas ancianas viven en sus casas y esperan una visita! El ministerio de la consolación es responsabilidad de todo bautizado”.

Religión