Francisco pide no olvidar aquellos conflictos alejados "de la Europa cultivada" como en África y Asia

Durante la recepción en el Vaticano a los redactores y colaboradores de la revista 'Mondo e Missione', el Papa ha recordado que "las guerras olvidadas son un pecado"

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El Papa Francisco ha advertido que el mundo está inundado de conflictos bélicos del que apenas se tienen conocimientos desde otros puntos del planeta. De esta manera, el Santo Padre ha recordado que zonas como Yemen, Myanmar o Siria siguen en guerra pese a no formar parte del imaginario colectivo al no ser parte "de la Europa cultivada". En este sentido, ha alertado que "las guerras olvidadas son un pecado".

Por ello, el obispo de Roma considera normal que el pueblo europeo esté preocupado por la guerra que se está produciendo en Ucrania desde febrero como consecuencia de la invasión rusa, pero ha pedido al Pueblo de Dios que " pensemos en Yemen, en Myanmar, en África. Estos países no entran porque no son parte de Europa cultivada", ha reiterado el Papa al recibir en el Vaticano a los redactores y colaboradores de la revista 'Mondo e Missione' ('Mundo y Misión') del Instituto Pontificio para las Misiones Extranjeras en el 150 aniversario de su fundación.

El Pontífice ha reivindicado la labor de esta publicación de "ser la voz de los sin voz" y de ponerse del lado "de los que no tienen derecho a hablar o no son escuchados, los más pobres, las minorías oprimidas las minorías oprimidas, las víctimas de las guerras olvidadas". De este modo, ha subrayado que el rasgo más característico de la revista es contar las historias "de lugares o situaciones de las que pocos hablan", que ha definido como "as periferias geográficas y existenciales en un mundo donde la comunicación ha acortado aparentemente las distancias, aunque siguen quedando relegados a los márgenes".

El Sucesor de Pedro argentino ha condenado que las "barreras ideológicas se han multiplicado" y ha explicado que el reto sigue siendo ir allí para dar a conocer "la belleza y la riqueza de las diferencias", pero también las numerosas "distorsiones e injusticias de las sociedades" que están marcadas por "graves desigualdades".

Francisco ha reconocido el trabajo de los misioneros "que trabajan silenciosa y tenazmente desde abajo para construir un mundo diferente, trazando caminos de solidaridad y reconciliación en contextos marcados por la crisis o violencia". Así, ha reconocido que las cartas y las crónicas de los misioneros "han retratado con precisión los contextos y la vida de las poblaciones con las que entraron en contacto".

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