Raniero Mancinelli, el sastre vaticano de 85 años que viste a los nuevos cardenales desde hace 60 años

El sastre vestirá a algunos de los cardenales que serán creados por Francisco este sábado, 27 de agosto. Mancinelli ha sido el encargado de vestir también a los tres últimos papas

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Este sábado, 27 de agosto, se crearán en el Vaticano a un total de veinte cardenales en un consistorio que estará presidido por el Papa Francisco. La vestimenta de los purpurados está diseñada una vez más por Raniero Mancinelli, como viene sucediendo desde hace seis décadas.

Por ello, en estos días previos a la celebración del consistorio su tienda, ubicada en el barrio del Borgo en las proximidades de la Santa Sede, es un continuo entrar y salir de personas encargadas de los preparativos.

"Este año no hemos tenido ni vacaciones y aun estamos aquí para la carrera final", explica a EFE Mancinelli, quien se ha quedado sin vacaciones este verano para preparar las vestimentas a varios de los nuevos cardenales.

El diseñador de 85 años ha mostrado a EFE su taller, donde lucen ya una decena de las vestimentas ya terminadas. Mancinelli, de 85 años, ha sidoademás el encargado de vestir a los tres últimos papas. Estudió en la escuela Salesiana y se especializó en sastrería.

En declaraciones a la agencia pública, ha explicado que cada purpurado ordena dos trajes, uno el llamado "hábito coral", en rojo intenso que simboliza la sangre derramada por Cristo, y por lo mismo, "los cardenales tienen que estar dispuestos, si es necesario, a morir por Cristo defendiendo la fe católica".

Se compone, explica, de sotana de color rojo, una banda de seda del mismo color con flecos, roquete blanco con encaje, la muceta, la cruz pectoral sostenida sobre la muceta por un cordón de color rojo entretejido con oro y el solideo y el birrete también de color rojo.

Mientras que el otro hábito, que usan los purpurados para las celebraciones no litúrgicas, se compone de sotana de color negro adornada con ribetes, costuras, ojales y botones de color rojo. Explica que "esta vez algunos de los cardenales han ordenado el traje no litúrgico de color blanco ya que muchos de ellos vienen de países donde hace mucho calor".

A algunos de los futuros cardenales que estarán presentes el 27 de agosto, el propio Mancinelli les ha tomado las medidas y ha confeccionado a mano todas las prendas dejándose aconsejar en la elección de los tejidos porque después de tantos años "se fían" de su experiencia que pasa de boca en boca en los palacios pontificios.

"Yo como sastre me esfuerzo para que el cardenal esté vestido bien. No es que yo quiera que se vean mis trajes, sólo quiero, de verdad, que el cardenal esté bien vestido", señala Mancinelli, que asegura que vestir a un purpurado, a pesar de tantos años, "es algo que siempre es un gran placer. Algo muy bonito".

A la pregunta de cuánto cuesta las vestiduras de un cardenal, Mancinelli mantiene el misterio : "Con pocos de miles de euros se visten".

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