El Papa visita la Residencia de las Hermanitas de los Pobres en Estambul: "se ha perdido el sentido del respeto por las personas mayores"
Antes de ir a Nicea a celebrar el 1700º aniversario del Concilio, el Papa León XIV ha visitado la Residencia de Ancianos de las Hermanitas de los Pobres

Monjitas de Estambul con el Papa
Madrid - Publicado el
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Las Hermanitas de los Pobres nacen en 1839, fundadas por Juana Jugan, una monja francesa que dedicó su vida a los más pobres. Hoy, casi doscientos años después, la Orden se extiende por más de treinta países, en lugares tan extraños al catolicismo como Turquía, donde apenas se cuentan 30 mil católicos entre los casi 90 millones que habitan el país. En Estambul, gestionan una residencia de ancianos que el Papa ha querido visitar en la mañana de este viernes, previo al histórico encuentro ecuménico en Iznik, antigua Nicea, para conmemorar los 1700 años de Credo Niceo.

El Papa con las Hermanitas de los Pobres
El Papa expresó cariño y gratitud por el gran trabajo que hacen las Hermanitas de los Pobres con los más mayores y con los desfavorecidos. León XIV destacó la fraternidad que extienden las monjas por el mundo, siguiendo el ejemplo de Jesús y llevando a su máximo exponente el verdadero fundamento de la caridad cristiana, cercanía y calidad humana: "antes que ser para los demás, se trata de estar con los demás, en un compartir basado en la fraternidad".
Una reivindicación de los mayores
El Papa León XIV se ha dirigido también a los huéspedes de la casa de acogida de las hermanitas. Ha reflexionado sobre su condición de personas "mayores": "esta palabra, mayor, hoy corre el riesgo de perder su significado más verdadero: en muchos contextos sociales, donde domina la eficiencia y el materialismo, se ha perdido el sentido del respeto por las personas mayores. En cambio, la Sagrada Escritura y las buenas tradiciones nos enseñan que -como solía repetir el Papa Francisco- los ancianos son la sabiduría de un pueblo, una riqueza para los nietos, para las familias, para toda la sociedad", aseguraba el Papa, reivindicando el importantísimo papel de los mayores para la humanidad.
León culminó su discurso con una bendición a las monjas y a los huéspedes, recordando la paciencia y la oración con la que sobrellevan su cometido de cuidado y de fraternidad cristiana.





